Gran nivel, poco público

Marco A. la Ossa
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La conquense Miriam Castellanos ofreció un fantástico concierto con su conjunto Sax Ensemble. La iglesia parroquial de Valeria, la catedral o la sala de Cámara del teatro auditorio albergaron recitales de gran calidad

Gran nivel, poco público - Foto: Robayna

Los primeros eventos de la 53 edición de la Semana de Música Religiosa de Cuenca han subrayado la línea de calidad que caracteriza al ciclo conquense. Espacios tan diversos como la bellísima iglesia parroquial de Valeria, la catedral de Cuenca o la sala de Cámara del teatro auditorio han vivido recitales de notoria adecuación. Además, varios conciertos han sido retransmitidos por Radio Clásica de Radio Nacional. Incluso, el Domingo de Ramos la propuesta de la Capilla Cayrasco fue retransmitida a un buen número de países de la Unión Europea de Radio-Televisión. Así, se pudo seguir en directo en Alemania, Dinamarca, Hungría, Suecia o el Reino Unido a través de la BBC. En diferido también podrá ser disfrutado en Austria, Estonia, Finlandia, Portugal, Rumanía o Serbia.
Fuera de los conciertos gratuitos, que acogieron muy buenas entradas de público, sorprende la respuesta de espectadores, baja en esta 53 edición. Esperemos que cambie esta línea conforme vaya avanzando la SMR aunque choca la mínima presencia de músicos conquenses en las butacas del ciclo. Cierto es que se echan en falta algunos espacios con músicos locales como protagonistas y matizar un tanto los precios de las localidades, pero los conquenses tal vez debemos valorar como merece poder presumir de contar con un festival de este nivel.

Gregoriano

La Semana de Música Religiosa arrancó en la bellísima iglesia parroquial de Valeria, un espacio muy adecuado para celebrar conciertos de música medieval (dicho sea de paso, es un acierto acercar el ciclo a algunas localidades cercanas a Cuenca). La Schola Gregoriana Adiastema, dirigida por Giovanni Conti y con fantásticas notas al programa de Juan Carlos Asensio, protagonizó un recital de canto gregoriano. El conjunto, formado por mujeres, reafirma la adecuación de que sean féminas las que puedan cantar gregoriano, ya que fue interpretado en su tiempo por los moradores de los monasterios, tanto masculinos como femeninos. Realizaron un subrayado recorrido por lamentaciones, maitines del Triduo Sacro, himnos y la secuencia Stabat Mater.

Hidalgo y Patiño

En un Domingo de Ramos resplandeciente en la ciudad de Cuenca, el concierto que cerraba la jornada en la catedral también destacó por su gran calidad. Bajo el título In devotione, Carlos Patiño y Juan Hidalgo en la Real Capilla del Alcázar de Madrid, la Capilla Cayrasco, dirigida por el joven conductor Eligio Luis Quinteiro, brindó un bellísimo recital compuesto por obras de los compositores Juan Hidalgo, del que se conmemora el 400 aniversario de su nacimiento, y de los conquenses Alonso Lobo y Carlos Patiño, maestro de la Real Capilla de Palacio en enero de 1634.
La velada arrancó con los motetes Versa est in luctum e Inter Vestibulum de Lobo y Patiño, el primero de ellos compuesto para las exequias de Felipe II, mientras que el segundo se encuentra en el archivo de la catedral de Santiago. A continuación, se pudo escuchar la bellísima Missa a 5 de Hidalgo, una missa brevis con tratamiento silábico en el texto. Después, la obra de Carlos Patiño tomó de nuevo protagonismo con dos Salve Regina, otras piezas de temática mariana, responsorios del Oficio de Difuntos, el motete In Devotione y el salmo Laud, Ierusalem. Sin duda, fue un programa de notoria belleza en el que el conjunto protagonista sobresalió en capacidad de conjunción, adecuación estética y transmisión.

Música contemporánea 

Ya en el Lunes Santo, pudimos disfrutar de un concierto dedicado a la composición contemporánea. El grupo Sax Ensemble, formado por Francisco Martínez, Francisco Herrero, Pilar Montejano y la conquense Miriam Castellanos, junto a la pianista Kayoko Morimoto y el percusionista Miguel Ángel Pérez, ofreció un recital en la sala de Cámara del teatro auditorio de Cuenca compuesto por obras de Alejandro Román, Juan Manuel Ruiz, Mario Carro, Jesús Torres y Gabriel Erkoreka, muchos de ellos presentes en el evento. La pieza de Alejandro Román, Argos, destacó por su interés. Es una partitura que parte del barco en el que viajaron Jasón y los míticos Argonautas, a través del mar Egeo, el mar Negro y el Mediterráneo. Para ello, se requieren cinco saxos, dos percusionistas y piano, y que trasladaba al sonido diferentes escalas de la embarcación.
También sobresalió la obra de estreno Visiones del más allá, de Mario Carro. En ella, partió de una pintura de El Bosco dividida en cuatro paneles. Por ello, la partitura se divide en cuatro movimientos (I. El paraíso terrenal, II. La subida al Empíreo, III. La caída de los condenados y IV. El infierno). Un acierto tanto su encargo a este joven compositor como la elección del grupo, Sax Ensemble, muy adecuado e implicado con el repertorio escogido. En esta ocasión, prácticamente se llenó la sala de Cámara de un teatro auditorio en el que se pudo ver algunos niños, alumnos de Miriam Castellanos de la Escuela de Música de Cuenca. Ojalá este hecho se convierta, paulatinamente, en algo habitual.