La inmigración fue el asunto central del primer Consejo Europeo en el que participó el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y en donde se alcanzaron, por un lado, un acuerdo tripartito entre Alemania, España y Grecia para acoger inmigrantes procedentes del país germano, y por otro un pacto global de todos los países miembros para la reubicación voluntaria de refugiados desde centros controlados en la UE.

La alianza alcanzada entre Pedro Sánchez y la canciller Angela Merkel se sustenta en el compromiso de España de admitir algunos refugiados que actualmente se encuentran en Alemania y a cambio recibirá tanto por parte de este país como de la UE más recursos económicos para hacer frente al problema de la inmigración ilegal.

«Recibiremos un número equilibrado y admisible de refugiados», apuntó el socialista tras la reunión en la que también estuvo presente el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, en los márgenes de la segunda jornada del Consejo Europeo.

El presidente del Gobierno se refirió a ese compromiso y explicó que ahora se analizará el número concreto de indocumentados que están en Alemania llegados a través de la frontera austríaca y que acogerá España.

También subrayó que Madrid y Berlín estuvieron trabajando  todos estos días para materializar una cooperación recíproca en materia de inmigración.