Sorbos de diplomacia a golpe de ratafía

SPC
-

El encuentro en La Moncloa no deja hueco a la improvisación, plagado de símbolos como el que representa el licor que Torra regaló a Sánchez y que en origen servía para sellar los pactos

Las reuniones entre los sucesivos presidentes del Gobierno y los de la Generalitat nunca han sido fáciles y, casi siempre, han tenido más de escenificación que de verdadera negociación, ya que en las relaciones entre el Ejecutivo central y el autonómico pesan más los otros encuentros, los discretos y alejados de los focos, que sirven para entrar mucho más en materia. 

Pero, en ese marco de esceneficación, hubo ayer un elemento que destacó por encima de todos los demás gestos que marcaron la cita: la ratafía, el licor tradicional catalán que el president Torra regaló al líder del PSOE Sánchez, un aperitivo o digestivo que tiene su probable origen etimológico en la fórmula latina rata fiat, utilizada para ratificar o sellar pactos y acuerdos.

En el actual escenario de inicio de diálogo y de búsqueda de gestos entre ambos Gabinetes, el obsequio de esa botella sobresalió como detalle curioso con interpretaciones para todos los gustos. El licor de ratafía (en catalán se escribe sin acento) está elaborado a partir de la maceración de diversos frutos, se encuentra en varias zonas del Mediterráneo y en Cataluña cuenta con indicación geográfica protegida desde 1989.

Pero la etimología de esta bebida, que habitualmente se empieza a elaborar durante la festividad de San Juan en el solsticio de verano con la recogida de nueces verdes, da también lugar a otras interpretaciones, pues el origen de esa palabra se remonta probablemente al siglo XIX en las Antillas francesas.

En este sentido, según la Cofradia de la Ratafia, entidad cultural sin ánimo de lucro que promociona esta bebida y su fiesta en la ciudad de Santa Coloma de Farners (Gerona), recuerda que algunos filólogos opinan que la palabra proviene de los criollos de las Antillas francesas, donde en el siglo XVII llamaban tafía al ron hecho con aguardiente de caña de azúcar y que se usaba para brindar con ocasión de algún tipo de convenio.