Túnez clama contra el terror

Agencias
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Hollande, Renzi, Margallo y Abu Mazen encabezan una multitudinaria manifestación por las calles de la capital para mostrar su rechazo contra el atentado en el Museo del Bardo

 
Varios líderes mundiales marcharon ayer junto a miles de tunecinos en la capital del país en una manifestación de repulsa contra el terrorismo, casi dos semanas después del ataque contra el Museo Nacional del Bardo, que dejó 21 muertos, 20 de ellos turistas, de los cuales dos eran españoles.
Unos 20.000 manifestantes, según datos del Ministerio del Interior de Túnez, recorrieron las calles de la ciudad, desde Bab Es-Saadoun, en el centro, hasta el museo que fue escenario del ataque el pasado 18 de marzo. Muchos ondeaban la bandera nacional y otros gritaban lemas como «Túnez libre, fuera el terrorismo». 
A la marcha de tres kilómetros, rodeada de fuertes medidas de seguridad, se unieron mandatarios extranjeros, entre ellos el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García Margallo, el presidente francés, François Hollande, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, y el presidente palestino, Mahmud Abbas, en una muestra de solidaridad con Túnez. 
Los dignatarios depositaron flores en un memorial instalado a la entrada del centro de arte en recuerdo de las víctimas. 
En un discurso al final de la marcha, el presidente tunecino, Beji Caid Essibsi, hizo un llamamiento a los ciudadanos a permanecer unidos contra el terrorismo. 
«El pueblo tunecino ha demostrado que no se dejará intimidar. Túnez no estará solo en enfrentar esa desgracia», indicó en una ceremonia delante del museo. 
Por su parte, el titular de Exteriores español pidió a la comunidad internacional reaccionar frente al terrorismo yihadista, «probablemente la mayor amenaza global desde la II Guerra Mundial». 
García Margallo explicó a los medios que su presencia en Túnez se explica, en primer lugar, para «rendir homenaje» a las dos víctimas españolas que fallecieron en el atentado, el matrimonio de jubilados formado por Antoni Cirera y Dolores Sánchez; y, en segundo lugar, para respaldar al país en su transición democrática. 
«Túnez era el Estado que estaba haciendo avances más rápidos hacia la democracia y probablemente por eso ha sido golpeado por los terroristas», indicó.
«Ha sido víctima de la sangrienta competencia entre Al Qaeda y Daesh (nombre en árabe del grupo terrorista Estado Islámico) para ver quién comete el horror más inimaginable, como el que hemos visto en el Museo del Bardo», añadió el ministro. 
 
CAE EL 'CEREBRO' DE LA RED. Mientras, agentes antiterroristas tunecinos abatieron la pasada noche del sábado al organizador del ataque contra el Museo del Bardo, según informó el presidente del Gobierno de Túnez, Habib Essid. 
Loqman Abú Sajer, emir de la organización yihadista Katiba Okba Ibn Naafa, afin a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), cayó tiroteado en una «operación de seguridad» realizada en la región de Gafsa, en el sur de país.
Abú Sajer, de nacionalidad argelina, formó parte de AQMI en Argelia, de donde huyó para asentarse en la región fronteriza entre Túnez y Argelia. 
Esta operación es el resultado de las investigaciones de los servicios de inteligencia del Ministerio del Interior, que descubrió que los terroristas se habían desplazado hasta Sidi Aich, gobernación de Gafsa, tras huir de la localidad de Yebel Salum.