Geraint Thomas (Sky) culminó ayer en París su primer Tour de Francia y amplió el dominio del imperio británico en las siete últimas ediciones con seis títulos, una vez finalizada la vigesimoprimera y última etapa entre Houilles y la capital francesa, de 116 kilómetros, en la que se impuso el noruego campeón de Europa, Alexander Kristoff (Emirates).

En una jornada tradicional de fiesta y homenaje al campeón, hubo escapada e intentos peligrosos, pero se cumplió el guion y Kristoff aprovechó la última oportunidad para levantar los brazos, y lo hizo ganando el pulso al alemán John Degenkolb (Trek) y al francés Arnaud Demare (Groupama).

Unos metros más atrás entraba despacio Geraint Thomas, recibiendo los aplausos de su compañero Chris Froome y el reconocimiento del pelotón. El galés escuchó el himno británico en lo más alto del podio, acompañado por el holandés Tom Dumoulin y por Froome, segundo y tercero respectivamente. El primer español, Mikel Landa, finalizó en la séptima posición.

Thomas, de 32 años, excompañero del futbolista del Real Madrid Gareth Bale en el Whitchurch High School de Cardiff, amante del rugby y de la cerveza, se unió a la historia de la ‘Grand Boucle’ luciendo con orgullo el maillot amarillo en el podio de París. Es el heredero de Chris Froome, a quien le arrebató los galones demostrando su superioridad. Líder desde la undécima etapa, despejó dudas en los Alpes imponiéndose en las etapas consecutivas de La Rosiere y Alpe D’Huez, donde entró en la historia al ser el primer maillot amarillo en levantar los brazos en tan insigne cima.