El fútbol ofensivo de la Balompédica pide paso en el estadio de Sarriena

Héctor Madrigal
-

La fragilidad defensiva del valiente Leioa, en descenso, examina la pegada blanquinegra en un duelo crucial para reafirmar sensaciones, tomar oxígeno y alejarse de la zona caliente de la tabla

El portero Manolo Delgado arrastra un leve esguince en su rodilla derecha y es duda ante el Leioa. - Foto: Reyes Martínez

El regreso al País Vasco pone a prueba la fortaleza como visitante de la Balompédica, que vive su momento más dulce de la temporada tras lucir músculo y pegada ante el Barakaldo.  
 
Con las piezas bien encajadas, los blanquinegros chocan contra el valiente Leioa en Sarriena, donde reside la verdadera fuerza de los azulgranas. Así lo acreditan sus cuatro victorias ante Trival Valderas, Amorebieta, Socuéllamos y Rayo B. Sólo el Huesca salió vivo del templo vizcaíno, lo que refleja la exigencia del encuentro.
 
Lejos de esperar atrás, los hombres de David Movilla arriesgarán y buscarán la portería del Conquense, en la que Sergio Lara puede suplir a Manolo si éste no supera su pequeño esguince en la rodilla derecha. La apuesta ofensiva del Leioa será similar a la de los balompédicos, letales cuando el rival deja espacios. De ahí que Fabregat vuelva a confiar en el mismo once de gala para superar la defensa leioarra, la más goleada del campeonato (24 dianas).
 
En esta línea, José Vega y Borja Hernández tendrán la misión de hacer carburar el juego del equipo en el centro del campo, mientras que Manu Reina y Pituli tratarán de desequilibrar en las bandas y conectar con Denis y Óscar Vega en la punta de ataque. Un esquema que asegura espectáculo por su verticalidad.
 
Contención. En defensa, Salero, Omar, Picón y Terrón, quien se ha ganado la confianza del técnico catalán, tendrán que trabajar duro para contener las llegadas de los vascos, liderados por Yurrebaso y el interior Sergio García.
 
La Balompédica llega a Sarriena sin Varela, recuperado de su lesión, Di Biase, Curro Vacas y el lesionado Sendoa. Cuatro hombres importantes en el modelo de Fabregat, que confía plenamente en todos sus guerreros y trata siempre de «no crear dudas» en el grupo. Una muestra más de que los blanquinegros funcionan como un auténtico bloque compacto. Toca demostrarlo en Leioa.