La poeta venezolana Cristina Falcón Maldonado presentó ayer en la Fundación Antonio Pérez su último libro, que lleva por título Borrar el paisaje (editorial Candaya).
Falcón, que lleva once años afincada en Cuenca y se declara conquense de adopción, reflexiona en el libro sobre la irremediable incapacidad del ser humano para elegir nacer o morir. «Somos espectadores de nuestra vida. Nacer o morir nos es dado sin que podamos decidir el cómo», señala.
- Foto: Reyes Martínez La obra poética empieza con la constatación de que somos asistentes de nuestras vidas y asistimos a otras vidas. Así, en los seis capítulos del libro Falcón habla como espectadora de los momentos de celebración y dolor de su vida, así como de otras vidas.
A pesar de estas reflexiones profundas, y tristes en muchos casos, la poeta no se ha querido quedar en la aflicción. Por ello, en la última parte de la obra intenta salvar del olvido, a través de la mención, aquello que no quiere que se pierda; así como celebrar la certeza de que «lo más importante en la vida es haber tenido, haber amado, haber sentido, haber experimentado y, en definitiva, haber vivido».
Falcón afirma que, a pesar de no poder decidir cómo nacemos o cómo morimos, el ser humano puede decidir cómo vive. Es por ello por lo que en último termino, en su reflexión sobre lo efímero de la vida, invita a vivir el momento: carpe diem.
- Foto: Reyes Martínez El prologo de la obra corresponde a la profesora de Literatura de la Universidad de los Andes, Margoth Carrillo Pimentel; y las ilustraciones al pintor Miguel Viloria Pía, ambos compatriotas y grandes amigos de Falcón.
Borrar el Paisaje se trata del tercer libro de poemas de Cristina Falcón después dePremura sagrada y Memoria errante, un libro que también se presentó en la Fundación Antonio Pérez y en el que la poeta habla del desarraigo. «En mi caso lo escribo desde la perspectiva de extranjera que tuvo que abandonar su país, pero es un libro que cualquier errante puede llevar a su terreno, porque analiza las sensaciones que produce el marcharte, el regresar, y el volver a partir», asevera.
Calavernario. Las ilustraciones de Miguel Viloria al poemario de Cristina Falcón protagonizan la última exposición de la Fundación Antonio Pérez, que lleva por título Calavernario. A las orillas del poema.
En ella, además de ver los dibujos que aparecen en Borrar el paisaje, se puede observar una selección de obras del artista venezolano, y objetos que forman parte de su taller de trabajo.
Poeta y escritora de narración infantil. Cristina Falcón nace en Trujillo (Venezuela). Sus primeros contactos con la escritura aparecen en el Diario de los Andes y en el diario Panorama. Su estrecha relación con la poeta Ana Enriqueta Terán marca sin duda su primer libro de poemas, Premura sagrada (Caracas 1986). Entre Mérida y Trujillo mantiene contacto con los poetas Ramón Palomares, Raúl Valera, Douglas Bohórquez, Eduardo Zambrano y Margoth Carrillo. Luego comienza su errancia por el mundo: Bolonia (1988), Granada (1992), Ibiza (1996) y Cuenca (2003). De estos años son El libro de Mathias y Gaia (inéditos).
Ha publicado en la revista literaria Barcarola (Albacete, España) y ha sido incluida en la antología En-obra (poesía venezolana 1983-2008) (Equinoccio, Caracas, 2008). Parte de su creación está dedicada a los niños, como el libro Caja de Cuentos y Aventuras. De Aventuras por Cuenca (2006) o su colaboración en el suplemento literario Luna de papel. Es directora creativa del estudio Veo Veo Comunicación.