El Instituto Cervantes de Tokio ha presentado en Japón a la conquense Judith Mateo, la única mujer violinista roquera española, que mostró su último disco, Rock is my life, e hizo un recorrido musical por sus cinco trabajos al violín.

Rock is my life (Warner Music, 2016), que salió a la venta el pasado 14 de abril, es un disco de reinterpretaciones al violín de sus canciones de rock favoritas. Se trata de la segunda parte del su anterior disco de versiones de rock Celebration Days (Warner Music, 2014), que alcanzó más de un millón de escuchas en Spotify.

Judith Mateo estuvo acompañada en el concierto por el cantante de rock y compositor Chuse Joven, responsable de la adaptación al español de “Rock is my life”, el primer single del disco, y que cuenta con su tercer trabajo, Marboré, editado en Japón.

De la música clásica al folk rock
Judith Mateo recibió con una formación clásica como violinista profesional, pero, como explica, “al terminar la carrera del conservatorio, me interesé mucho por la música celta, un estilo en el que el violín se ve muy desarrollado”. Estuvo viviendo varios años en Irlanda - donde fue primer violín de la Orquesta de la Universidad de Waterford - estudiando la música tradicional celta, el estilo que domina en sus tres primeros trabajos.

A partir de ahí fue evolucionando cada vez más hacia el rock. “Conduje y presenté mi propio programa de rock y esto me ayudó mucho a investigar, así que la evolución personal se ha ido transmitiendo a mis discos.”, comenta. “En realidad”, apunta, “todos los estilos musicales están conectados.”

La fuerza del directo
Judith Mateo conquista en sus conciertos. La mezcla de sus raíces, su tecnicismo clásico, así como sus viajes e investigaciones sobre música se plasman en un directo arrollador que conecta desde el principio con el público y Tokio no fue una excepción: el público participó activamente en el concierto, bailando y coreando las canciones.