Llevan 23 años reuniéndose semanalmente en torno a un libro movidas por el afán de conocimiento, de descubrir nuevos mundos y ponerse en la piel de los personajes a los que dan vida a medida que narran a viva voz sus historias. Son las amigas de la lectura de Cuenca. Un grupo de mujeres -en los últimos años también hombres-, liderado por su presidenta, la historiadora y escritora,  María Lara Martínez (Guadalajara, 1981), que defiende el valor de los libros como herramientas para crear conciencia social  y fomentar el espíritu crítico.    

¿Cuándo nace y con qué objetivos la Asociación de Amigas de la Lectura de Cuenca?

La asociación tiene sus orígenes en los talleres de lectura de la biblioteca pública Fermín Caballero. La inquietud de un grupo de mujeres por mantener una formación continua a través de la lectura y la promoción de actividades culturales de todo tipo llevó a crearla en el año 1991. Un año después, en 1992, se creó un galardón -el premio Glauka- para reconocer a personas o instituciones que han contribuido al desarrollo de la lectura. Hay que especificar que hoy en día cuenta también con socios varones, pero se mantiene el nombre con el que se creo en sus orígenes porque en los años ochenta eran principalmente mujeres las que acudían a los talleres de lectura de la biblioteca. 

¿Qué actividades realizan?

Organizamos tres talleres de lectura a la semana que se llaman Letras básicas, Galatea y Endrina, que se reúnen los miércoles y los jueves en la biblioteca pública. En ellos se realiza la lectura colectiva de, más o menos, un libro al mes. Además, anualmente se organizan tres actos importantes: uno el ocho de marzo con motivo del Día de la Mujer, la entrega del premio Glauka y otro acto por Navidad. Este año, por ejemplo, el acto del 8 de marzo se hizo coincidir con la conmemoración del aniversario de El Greco en la biblioteca de Cuenca, y con motivo de dicha efemérides realizamos una conferencia a cargo de la profesora de Historia Laura Martínez sobre las joyas del pintor en Cuenca. En Navidad, el año pasado, celebramos un acto con la participación de un grupo musical, un recital de poesía y un pequeño cóctel. Entre otras actividades, organizamos viajes culturales por la provincia (Cañete, Uclés, ...)  y a ciudades próximas como Madrid, para visitar el Museo del Prado, o Alcalá de Henares, para conocer la Universidad. 

¿Qué proyectos tienen en mente?

Mantener los niveles de lectura, incrementarlos si es posible, y que sigan funcionando los talleres, que en los últimos tiempos han exigido una implicación activa de los socios en su organización por las circunstancias de personal de la propia biblioteca. Nuestros retos pasan también por mantener los premios Glauka, que este año han alcanzado la vigésimo tercera edición. Todas nuestras actividades se sufragan con los fondos propios de la asociación, salvo mecenazgos puntuales de alguna institución.

¿Con cuántos socios cuentan, y que perfil o inquietudes tienen?

En estos momentos, entre socios y colaboradores, hay aproximadamente un centenar. La mayor parte son mujeres porque, como decía, cuando las bibliotecas comienzan a organizarse en los años ochenta tal y como las conocemos hoy en día, eran principalmente mujeres las que acudían a los talleres de lectura. La media de edad de nuestros socios está en torno a los 45 años. Generalmente son personas con una formación superior, y que compatibilizan el trabajo con la afición por la lectura. 

Esta semana han entregado a Carmen Posada el premio Glauka. ¿Qué se pretende distinguir con éste galardón, que llevan entregando desde 1992?

El objetivo de este premio es impulsar la lectura y recordar el hilo esencial que une a los libros con la propia individualidad de la persona. Este galardón se otorga a partir de las reuniones que, a lo largo del invierno, se mantienen con los socios. En el caso concreto de este año, celebramos la asamblea el 29 de enero de 2014 y se abrió el procedimiento para presentar candidatura. El 15 de febrero, en el marco de las reuniones semanales de los talleres, se procedió a la votación y al recuento de votos, resultando elegida Carmen Posadas. Durante estos 23 años se han premiado tanto a instituciones como el Museo de Artes Abstracto (2013) o la Universidad de Mayores José Saramago de la UCLM (2005), como a personas vinculadas o no con Cuenca, todas ellas con el denominador común de haber contribuido de algún modo al fomento de la lectura.  

¿Por qué le pusieron el nombre de la protagonista de La vieja sirena, de José Luis Sampedro?

Se ha elegido el nombre de la protagonista de La vieja sirena porque fue uno de los primeros libros que se leyó en los talleres de lectura. Se quería interpelar de una forma especial al personaje, una mujer envuelta en el misterio, que recorre un apasionante itinerario y provee de sabiduría a los personajes con los que comparte espacio. Por otro lado, está la figura de José Luis Sampedro, que fue el padrino de la asociación y ha asistido siempre que ha podido -hasta que murió el año pasado- a la entrega del galardón.

La asociación ha estado muy vinculada desde sus orígenes con la biblioteca pública Fermín Caballero, ¿que le parece que se quedara recientemente, durante algún tiempo, sin algunos de los servicios que ofrece habitualmente por problemas de personal?

Es lamentable que haya sido así. La biblioteca siempre ha sido un espacio que ha arropado a la asociación y, dado que están íntimamente unidas, las cuestiones que supongan una aminoración de sus medios, también repercuten en los usuarios, que son nuestros lectores. Por otra parte, entendemos las circunstancias que se viven, de ahí que ponga el énfasis en explicar las actividades culturales que se desarrollan desde la asociación y que no suponen ningún coste para la administración pública -con la cual tenemos muy buenas relaciones-, porque las financiamos nosotros como asociación privada. Ponemos nuestro grano de arena para que la cultura se siga desarrollando, a pesar de tener que asumir una parte de los gastos, porque pensamos que la sociedad tiene que poner el acento en tratar de tener la mente abierta y eso lo consigue los libros y la lectura. Aunque poderoso caballero sea don dinero, hay que tratar de seguir manteniendo ese pensamiento libre y comprometido con la ciudadanía. 

Según el último barómetro del Ministerio de Educación, ha bajado de un 7,90 a un 7,7 la valoración de los ciudadanos respecto a sus bibliotecas. ¿Se ofrece peor servicio a causa de los recortes?

Todos los usuarios de la asociación están muy satisfechos con los servicios que, en el caso de Cuenca, se presta en la biblioteca, y entienden que si hay menos dinero, algunos servicios se puedan resentir. No obstante, siempre hay formulas para acceder a lo que uno busca como el servicio de préstamo de otras bibliotecas. Los usuarios siguen asistiendo con la misma asiduidad. 

El índice de lectura en Castilla-La Mancha (54,4%) se sitúa cinco puntos por debajo de la media nacional. ¿Qué se pude hacer para fomentar la lectura?

Especialmente, tratar de impulsar a los pequeños lectores desde los centros educativos. Como escritora, vengo realizando varios años encuentros con escolares de la capital para presentar mis libros y resulta satisfactorio ver cómo los alumnos encuentran esa afición por la lectura y lo convierten en un hábito irrenunciable. En el caso de los adultos, resulta fundamental fomentar las ferias de libros y los encuentros con los autores para incentivar la lectura. Estos encuentros resultan ser una experiencia muy gratificante para el escritor, y creo que también para el lector, porque permiten a ambos reflexionar de tú a tú sobre la labor creativa.

¿Qué le parece que la Consejería de Educación elimine el próximo curso la hora de lectura en Primaria?

Desconocía ese hecho. Indudablemente será preciso que la asignatura de Lengua articule mecanismos para fomentar la lectura, bien a través de lecturas programadas en casa o dedicando horas de clase a las mismas. Es fundamental desarrollar el hábito lector en Primaria, no solo estudiar teóricamente la Lengua, sino aprender el español a través de la lectura, porque es un recurso práctico que funciona más que otros recursos teóricos o memotécnicos. La lectura, bien de libros que se elijan libremente o programados, resulta fundamental para crear entre los menores una conciencia ciudadana, un espíritu crítico, y una capacidad de enfrentarse al mundo por sí mismos. 

¿Cómo escritora, que le parece que en Castilla-La Mancha bajara, aunque ligeramente, la compra de libros entre los castellano-manchegos? 

Esta noticia no me gusta. El autor vive de la ilusión con la que escribe los libros, pero también de ese porcentaje que se lleva de la venta. Durante el proceso de creación literaria recibes una compensación altísima mientras desarrollas escenas, tramas y personajes, y aunque el tiempo que dedicas a ello es mucho e impagable, hay que fijar una gratificación para que los creadores puedan tener un medio de vida y seguir creando. Da la sensación de que lo intelectual es un regalo que tienen que aportar los creadores a la sociedad, sean músicos, escritores o artistas. 

¿Cómo se podría fomentar la compra de libros? 

Habría que promover políticas culturales que contribuyan a este fin como, por ejemplo, un IVA reducido, reivindicado también desde el mundo de la música o el teatro. También se podría reducir el coste de producción para que repercuta en el precio final. Personalmente, me consta que, en estos tiempos de crisis, durante el proceso de producción los editores tratan de equilibrar calidad y precio para que el ejemplar no pase de un determinado umbral y sea más asequible. 

¿Cree que los nuevos soportes electrónicos contribuirán a mejorar los índices de lectura?

Deben convivir los dos. En una sociedad tecnológica como la nuestra es imposible resistirse a la primacía de los electrónico, pero el libro en papel tiene un valor añadido. En cualquier caso, como digo, es una evolución más. Se pasó del pergamino al papel, del amanuense a la imprenta, y ahora asistimos a la dominación de la pantalla. 

Se que está a punto de presentar su última novela, Memorias de Helena. 

Sí, el 26 de junio presentaré en Guadalajara Memorias de Helena, que es la continuación de El velo de la promesa, con la cual gané el premio de Novela Histórica Ciudad de Valeria. Mi último libro cuenta la historia de Flavia Iulia Helena, la emperatriz peregrina repudiada por el que fue su marido, Constancio Cloro. Helena vuelve desde el siglo IV al encuentro con los lectores, estableciendo un dialogo directo de tú a tú para narrar la experiencia de su vida. Una historia apasionante que va desde sus orígenes humildes y oficio de tabernera hasta llegar a ser emperatriz, en la que se describe su afán por viajar a Jerusalén en una época en la que este viaje estaba reservado a héroes y titanes -y que ella hizo con 76 años-, y en la que se trata de recapitular el pasado griego, romano y egipcio de su existencia. Mi personaje busca en el lector un buen amigo al que ayudar a resolver los problemas de su vida combinando la historia, la literatura y la psicología.