El vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, declaró ayer como testigo en el juicio por el incendio de Poyatos, ya que en 2009 era consejero de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, y mostró su "plena confianza" en la justicia.

En declaraciones a los medios de comunicación, Guijarro no quiso entrar en la culpabilidad o inocencia del acusado, pues indicó que "eso lo tendrá que decidir el jurado" y que el papel de la administración tiene que pasar por aportar la mayor cantidad de información posible para que "esa decisión la hagan con el mayor conocimiento de causa".

El ahora vicepresidente del Gobierno regional reconoció que los daños ambientales "son irreparables", pero que la Junta se ha personado para reclamar los costes de la extinción.

En su declaración como testigo, de apenas unos minutos, se reafirmó en la realizada hace unos años, e indicó que los medios contra incendios comenzaron a movilizarse a partir de las 16.05 horas, cuando se recibió el primer aviso desde la torreta de vigilancia de Cerro Sancho.

En la sesión del miércoles terminaron de declarar los testigos de la Fiscalía y comenzaron los de la defensa del acusado, Lorenzo Ruiz, entre ellos varios que ubican al maderero acusado o a su vehículo entre las 15.30 y las 15.45 horas del día en el que se inició el incendio en la localidad de Tragacete, a más de 19 kilómetros del lugar donde se inició el fuego, cuya hora de comienzo la Guardia Civil establece en torno a las 15.52.

Uno de ellos, F.L.H., comió en casa de Ruiz en Tragacete el 21 de julio, y afirma que después lo acompañó a enganchar su remolque y hasta la plaza, y que eran "las tres y media o más tarde".

También el casero de Ruiz en Tragacete afirmó haber visto el coche, un Land Rover Defender de color blanco, a las 15.45 horas, cuando salió a trabajar en el campo