Todavía es pronto para evaluar los resultados de la remodelación llevada a cabo en la planta baja del Museo de Semana Santa, pero los números del primer fin de semana abierto al público tras el cambio son «muy satisfactorios». Así lo explica el presidente de la Junta de Cofradías, Jorge Sánchez Albendea, para el que este hito marca «un antes y un después» en la historia del centro expositivo, uno de los puntales de la oferta turística de la ciudad.

De esta forma, y tras la inauguración con las diferentes instituciones políticas y sociales que tuvo lugar el pasado jueves, 103 personas visitaron el museo entre el viernes y el domingo. Un cifra, recalca Sánchez Albendea, un 30% superior a la de un fin de semana cualquiera. Y eso, apunta, «que no fue precisamente un fin de semana en el que el tiempo acompañara». De ese cantidad total de visitantes también hay que apuntar que la enorme mayoría, ocho de cada 10, «son nazarenos de Cuenca y amantes de su Semana Santa, que no han esperado ni dos días para acudir a ver cómo ha quedado su Museo».

El máximo responsable de la institución nazarena destaca que el número de visitantes «varía mucho dependiendo de la época del año». De esta forma, entre los meses de enero y abril, «las visitas que tenemos son muchas», por lo que la nueva remodelación «nos va a permitir incrementar la cantidad habitual hasta que lleguen esos meses». Está claro que lo que más está atrayendo el interés y el entusiasmo –sobre todo de los visitantes foráneos– es el audiovisual inmersivo, «que gusta a todo el mundo por su gran calidad técnica, sonido e imagen envolvente». Sin embargo, los conquenses destacan más la instalación «que se nos ha quedado ya para siempre en nuestro Museo y que nos va a permitir hacer cosas que, seguramente, nos van a llamar mucho más la atención».

Lo cierto es que ahora mismo el centro tiene «muchos incentivos», no solo la sala de exposiciones temporales y la colección fija, «sino también un recurso para mostrar de manera espectacular vídeos, documentales y más cosas que tenemos en mente y que serán un filón para seguir atrayendo visitantes». 

El anterior gran hito del Museo, la apertura del Espacio Marco Pérez, contó con una acogida inferior a la de esta remodelación. Entonces las cifras fueron «inferiores», comenta el presidente de la JdC, que recuerda que fue «crítico» porque entendía que un hecho así «merecía una respuesta superior a la que tuvo».