Una historia hecha a medida

Leticia Ortiz (SPC)
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El secesionismo, a través del Institut de Nova Història, lleva años reivindicando la catalanidad de muchas figuras históricas que tradicionalmente se han considerado como españolas o de otras nacionalidades para intentar legitimar la independencia.

LEONARDO DA VINCI -el hijo perdido de la realeza-
El fondo de algunas obras, «con montañas muy similares de las de Montserrat», del polímata florentino así como  «las barras catalanas» que aparecen en su escudo de armas llevaron al Institut de Nova Història a plantearse la posible catalanidad de Da Vinci. Tras una «amplia investigación», los expertos de esta institución llegaron a la conclusión de que el hombre del Renacimiento por excelencia podía ser «un hijo perdido de la casa real catalana seguramente de Nápoles». Partiendo de eso, consideran también que la protagonista del cuadro más célebre del italiano, La Gioconda, es Isabel de Aragón y Sforza que posó para el artista ante, precisamente, las montañas de Montserrat.

 

SAN IGNACIO DE LOYOLA -El catalán de Orihuela-
El fundador de la orden de los jesuitas no sería vasco, sino de Orihuela, localidad del antiguo reino de Valencia, que forma parte de los Países Catalanes. Los lugares donde transcurrió la vida de Ignasi d’Oriola fueron cambiados posteriormente para que cuadrase en la Historia oficial. Por ejemplo, Cuéllar sería realmente Cullera, Arévalo se utilizó para sustituir a Alicante y Valladolid ocultó Valencia. El hecho de que San Ignacio de Loyola escribiese sus Ejercicios Espirituales en unas cuevas de Manresa y que se convirtiese a la vida religiosa en el monasterio de Montserrat, datos contrastados y registrados históricamente, avalarían la teoría de su catalanidad.

 

CRISTÓBAL COLÓN -La familia burguesa-
Cristóbal Colón se llamaba en realidad Cristòfor Colom y no era genovés, sino catalán. Formaba parte de la familia burguesa Colom, originaria de Barcelona y a la que pertenecía, por ejemplo, el presidente de la Generalitat entre 1464 y 1467, Francesc Colom, que sería hermano del descubridor. La Pinta, la Niña y la Santamaría, las carabelas que tenía su mando, tampoco salieron a descubrir América desde Palos de la Frontera, como se cree desde el siglo XV, sino desde Pals, una pequeña villa del Bajo Ampurdán, en Cataluña. Esa es la teoría de los independentistas que culpan al rey Felipe II de la manipulación histórica sobre los orígenes del navegante.

 

EL CID CAMPEADOR -El linaje de los Cabrera-
 Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador, es, según los historiadores secesionistas, una invención castellana, ya que se falsificaron todos los documentos para ocultar que la figura legendaria de la Reconquista española no era tal, sino un linaje que comenzó con los condes de Urgell y continuó con los de Cabrera, en Gerona. Ni siquieran el mítico Cantar estaba escrito en castellano, sino que, en su origen, fue creado en catalán para narrar las historias de los caballeros de la citada familia. De hecho, la mítica escena de la Jura de Santa Gadea tuvo lugar en Salón del Tinell de Barcelona y los protagonistas no fueron El Cid y Alfonso VI, sino el conde de Urgell y Ramón Berenguer.

 

SANTA TERESA DE JESÚS -La abadesa de Pedralbes-
El Libro de la Vida de la Santa de Ávila, «con un castellano plagado de dudas y de incorrecciones» tenía que haber sido escrito en catalán y, posteriormente, traducido «por la censura del Estado». Ese fue el punto de partida de los investigadores de cabecera del secesionismo, que llegaron a la conclusión de que la mística y doctora de la Iglesia era en realidad Teresa de Cardona Enríquez, abadesa del monasterio barcelonés de Pedralbes. «La Teresa de Jesús castellana es una invención del Concilio de Trento», mantienen desde el Institut de Nova Història, que recuerdan que «las fiestas más espectaculares cuando fue beatificada tuvieron lugar en Barcelona y Valencia».

 

MIGUEL DE CERVANTES -un padre muerto por hereje-
Joan Miquel Servent, nacido en Jijona (Alicante) y miembro de una poderosa familia de ascendencia catalana de notarios y tesoreros al servicio de la corte, fue el autor de El Quixot, pero como su padre murió en la hoguera por hereje, el estado español oculta su origen. Así ven los investigadores del Institut de Nova Història al más internacional de los escritores en lengua castellana que, por supuesto, no es tal, ya que El Quijote fue escrito en catalán, lengua materna de Cervantes. Para llegar a esta conclusión, además de los errores gramaticales que, según ellos, tiene la novela debido a la traducción, se basan en las descripciones de Barcelona que hace el propio escritor.