Una calma tensa que precede la tormenta electoral

SPC
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La presidenta de la Junta, Susana Díaz, convocará en los próximos días unos comicios que supondrán un ensayo general de las citas de 2019

La intensa escalada en la exigencia política de Ciudadanos en solo 10 días, que le llevó a romper el pacto de investidura con el PSOE en Andalucía, ha dado paso a una calma tensa en la Comunidad, donde todos esperan el anuncio de un adelanto electoral de Susana Díaz que, de momento, no llega.

Una vez que ya no cuenta con el respaldo que los liberales le dieron año tras año desde 2015, parece conducir a la convocatoria por adelantado de los comicios, cita para la que todos los partidos aseguran estar «preparados».

La otra opción, prorrogar las cuentas autonómicas y agotar la legislatura, con las elecciones en marzo, dejaría a la presidenta en mayoría simple en el Parlamento durante meses, con la oposición pensando en los comicios, siendo difícil sacar adelante iniciativas.

Aunque Díaz elude hablar de un adelanto electoral, tampoco lo niega y el bloque socialista se ve «fuerte y sólido» para afrontar la cita con las urnas. «Cuando no se pueda hacer todo lo que hay que hacer habrá que convocar», comentó la sevillana, abriendo la puerta más que nunca al adelanto aunque, eso sí, cuando sea imposible poner en marcha las medidas de su Gobierno y «no cuando crea Rivera».

Las fechas que se manejan apuntan al 25 de noviembre y al 2 de diciembre, por lo que Díaz tendría que disolver el Parlamento, como muy tarde, a final de este mes. Otra fecha, menos probable, es el 18 de noviembre, aunque eso conllevaría no celebrar el Pleno de final de septiembre (26-27), en el que se debatirá y aprobará, con consenso de los grupos, la Ley de Igualdad, que considera clave Díaz, que quiere evitar que el debate andaluz quede diluido en el nacional, sobre todo con Cataluña. Busca elecciones «con acento andaluz», lo que en la práctica significa que las autonómicas y generales no coincidan.

La situación actual no ha cogido desprevenido a ningún partido. Así, Cs o Podemos e IU (en la confluencia Adelante Andalucía) aceleraron sus procesos orgánicos para elegir al candidato a presidir la Junta.

A mediados de julio, Rivera y Arrimadas aprovecharon la reelección de Juan Marín como líder regional, en unas primarias exprés, para avanzar que se iban a «volcar» en Andalucía para «echar» al PSOE y a Díaz de San Telmo. La vuelta de vacaciones precipitó los hechos. En 10 días, Marín pasó de anunciar la supresión de los aforamientos como línea roja para los Presupuestos a proponer a la dirección nacional la ruptura del pacto, aprobada el pasado 7 de septiembre. 

Por su parte, el exteniente alcalde de Sanlúcar -gracias al PSOE- niega que la ruptura del pacto suponga inestabilidad y culpa al PSOE de buscar una excusa, al no cumplir las medidas de regeneración democrática incluidas en el pacto de investidura, para adelantar las elecciones.