Triunfo de Sergio López

LEO CORTIJO
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La promesa local cortó dos orejas en la clase práctica de los alumnos de la Escuela Taurina de Cuenca celebrada en la Plaza de Toros • En torno a 5.000 personas no quisieron perderse esta cita en el coso

Triunfo de Sergio López - Foto: Nestor De La Vega Robayna

- Foto: Nestor De La Vega Robayna

Como si de una corrida de toros con las principales figuras se tratase, la plaza de toros de Cuenca registró una fenomenal entrada para presenciar la clase práctica con los cuatro alumnos de la Escuela Taurina de la ciudad. 
En torno a 5.000 personas se dieron cita en el coso de la Avenida de Reyes Católicos para ver al futuro de la Tauromaquia conquense, personificado en Marta Reíllo, Luis Miguel Amador, Sergio López y Marcos “Pata Negra”. Uno de los aspectos más importantes a la hora de ver los tendidos de la plaza abarrotados, es la presencia de multitud de niños, y es que este tipo de iniciativas son un auténtico vivero de nuevos aficionados a la Fiesta de los toros.
Sergio López se llevó el gato al agua y fue el claro triunfador de la becerrada al cortar dos orejas al buen becerro de Pérez Angoso, al que el conquense fue poquito a poco metiendo en la muleta en una faena de menos a más. A portagayola recibió a su oponente, y el mismo valor demostró cuando se recompuso de la fuerte voltereta que le propinó. 
El público acabó entrando y valorando una labor de disposición y firmeza. Una oreja de peso paseó Marcos “Pata Negra”, que se las vio con el animal de mayor trapío, pero peor condición del encierro. Meritorio trasteo del joven novillero, que también lo recibió en la puerta de toriles, dejando algún destello por el pitón derecho.
Ni Marta Reíllo ni Luis Miguel Amador tuvieron la misma suerte que sus compañeros, pues no anduvieron acertados con los aceros. Ambos recibieron el cariño de la afición de Cuenca en sendas ovaciones tras dos faenas de comunión con los tendidos. Amador dejó lo más positivo en media docena de remates por abajo de gran calidad y bella ejecución, mientras que Reíllo derrochó ilusión y ganas en la cara de su oponente.
Más allá del resultado artístico, la becerrada nocturna del viernes fue la guinda perfecta a la gran presentación de la Feria Taurina de San Julián, algo que la Cuenca más taurina no quiso perderse.