«¿Por qué no vamos a estar orgullosos de nuestro legado?"

E. Real Jiménez
-

La ya expresidenta del PP autonómico, María Dolores Cospedal, atribuyó su vocación política a su «amor hacia mi país» y pidió «ayudar» a Núñez

El blanco es un color complicado de llevar y con mucho significado. El color que precisamente eligió María Dolores Cospedal, «madrileña de nacimiento y albaceteña porque quiero», como se definió, para despedirse de la militancia como presidenta del PP de Castilla-La Mancha, cargo que ha ostentado los últimos 12 años. Blanco impoluto en chaqueta, falda y camiseta.

Un color que concordaba a la perfección con el mensaje que lanzó hacia los cerca de 800 asistentes al Congreso celebrado en esta capital. «¿Por qué no vamos a estar orgullosos de nuestro legado?», preguntó. Antes había enumerado los muchos logros que considera que ha conseguido la formación durante su etapa como presidenta pero, fundamentalmente, en los años en los que gobernó Castilla-La Mancha, a partir de 2011.

«Cuando llegamos, nos encontramos una región devastada», con el mayor déficit de toda España y con la segunda mayor deuda de toda España, aludió. Una comunidad autónoma en la que «abrimos 13 centros de salud y tres quirófanos» y en la que «conseguimos pagar a los docentes y los medicamentos», pese a la complicada situación económica que dejó el PSOE, dijo.

dieron fruto. Cospedal recordó decisiones como la bajada de impuestos y una política fiscal que permitió recuperar el aliento económico poco a poco. «Lo primero fue pagar a las entidades sociales, que les dejaron a deber todo el dinero del mundo». Junto a ello llegaron otras decisiones «complicadas, muy difíciles» que posibilitaron controlar el gasto y eliminar «lo superfluo» y las «duplicidades». Medidas que, insistió, habían anunciado para reconducir la situación.

«Pusimos en práctica lo que predicábamos», aseguró Cospedal, que se refirió entonces al «pacto de perdedores» que gobierna ahora en Castilla-La Mancha y les recriminó, al PSOE, que dejaran en esas condiciones esta tierra. «Todavía no he oído a un socialista pedir perdón por el pasado».

Por eso, para evitar regresar a esa situación, es por lo que los ciudadanos -dijo convencida- van a tener «en Paco Núñez al mejor presidente de Castilla-La Mancha». Es, insistió, «el mejor de todos nosotros» y entre todos los participantes en el proceso al que ahora pone punto final el PP regional «hemos acertado», subrayó Cospedal.

confianza y lealtad. Al nuevo presidente de la formación popular en la región le auguró éxito en las elecciones de 2019 porque «sabe que para ganar hacen falta dos cosas». Por un lado, la unidad, algo que se ha conseguido -señaló la política-, y, por otro lado, «que lo primero es el partido, sin el partido no hay nada».

Los halagos no quedaron ahí. La, a partir de hoy militante rasa afiliada en el PP de Albacete, le aplaudió «la grandeza de saber contar con todo el mundo» porque «un presidente tiene que ser capaz de administrar sus talentos».

La tarea que Núñez tiene por delante no será fácil. De ahí que, en sus palabras, María Dolores Cospedal también hiciera una demanda expresa a la militancia, al partido. «Os pido que le ayudéis, que tengáis la misma confianza y la misma lealtad con él que la habéis tenido conmigo, no le dejéis solo; os pido que le aconsejéis, que le digáis lo que os parece mal, en privado, y en público, como una roca».

Trabajar juntos, sin fisuras, fue la clave dada por la expresidenta regional, «y entonces seréis invencibles». Una actitud que Cospedal indicó que permitirá que, a la «década que llevamos ganando elecciones en Castilla-La Mancha», se añadan «muchos años más».

Se refirió también a Pablo Casado -aunque ni palabra de Mariano Rajoy, pese a que estuvieron algunos de sus ministros, como Juan Ignacio Zoido-, y le aplaudió sus «ganas de ganar». Con él, auguró, se pondrá fin a una etapa de España con un presidente «desaparecido» y que «va a hacer bueno a Zapatero».

Cospedal se marcha de la primera fila convencida del valor de la política, «es bueno dedicarse a trabajar para mejorar lo que es de todos», y manifestó haberse dado cuenta de que su vocación política «me nace del amor a mi país». Aún así, dio las gracias por no recibir «reproches» y por «aguantar» en su tarea como secretaria general.

Templada en buena parte de su intervención, no pudo evitar emocionarse al referirse al apoyo de su familia, a su padres, que nunca quisieron que se dedicara a la política -confesó-, y a su marido e hijo, por los «muchos sacrificios» hechos.