Pedrosa ha manifestado que Castilla-La Mancha "no puede ser el botijo de Levante ni el pozo negro de las aguas no depuradas que atraviesan el centro del país". Aboga, por tanto, por una solución inmediata y urgente para dos de las cuencas que atraviesan la región especialmente, que son la del Segura, que sufre un "travase encubierto" en la comarca de Hellín, y la del Tajo, con continuos trasvases innecesarios, a su modo de ver. "Es impensable que la cuenca con mayor población del país se encuentre en una situación insostenible", ha lamentado el líder sindical, que considera que "la desigualdad territorial, después de 40 años de democracia, sigue campando a sus anchas".

Por ello, da de momento un cheque en blanco al Gobierno de Castilla-La Mancha a la espera de conocer en detalle el documento de posición común de defensa del agua en la región, aunque se mantendrán siempre vigilantes y exigentes en su cumplimiento.

De su lado, el consejero ha celebrado que la nueva ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, vaya a contar con las comunidades autónomas antes de tomar cualquier decisión en materia de agua, "algo que antes, con el anterior gobierno, no pasada. Nos enterábamos de los travases por los medios de comunicación", ha recordado. En este punto, ha recordado que el documento de posición común en defensa del agua en Castilla-La Mancha estará listo en otoño, tras pasar por las manos de los partidos políticos con quien espera reunirse en breve. Martínez Arroyo espera que ninguna fuerza política se quede al margen de este documento, ya que su adhesión "no significa que vayamos a ser insolidarios, sino que vamos a una en la defensa del agua para Castilla-La Mancha".

Por último, ha asegurado que impulsar la desalación, un tema recogido en el documento que ha elaborado el PSOE en materia de agua para ser consensuado con todas las regiones y con el que el consejero se siente "cómodo", "sería poner fecha al trasvase" y este asunto también estará presente en el documento regional.