José Checa: «Hay que aceptar las situaciones y luchar para cambiar las cosas»

Héctor Madrigal
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El extenista de Las Pedroñeras emprende una nueva aventura profesional como entrenador del colombiano Santiago Giraldo tras colgar la raqueta por culpa de las lesiones

Los problemas físicos cortaron de raíz la prometedora carrera profesional de José Checa (Las Pedroñeras, 1985) y le impidieron cumplir su gran sueño: superar sus propios límites y codearse con los mejores tenistas del mundo. Ante la adversidad, el exjugador conquense optó por no resignarse y combatió la frustración a base de esfuerzo y constancia. Dos virtudes que le permiten emprender una nueva y apasionante aventura como técnico a sus 30 años y dirigir al colombiano Santiago Giraldo. Porque la vida concede nuevas oportunidades si uno mantiene intacta su ilusión.
 
En diciembre tuvo que tomar su decisión más difícil y dolorosa como profesional por culpa de las lesiones. ¿Cuál fue el detonante principal para colgar la raqueta? 
 
La verdad es que se juntaron muchas cosas. En 2015 tuve muchos problemas y la lesión que sufrí en el codo me apartó de las pistas desde junio. Estuve buscando alternativas y traté de ponerme a punto, pero entonces me llegó el proyecto de Álex Corretja y opté por dejar de jugar.
 
¿Siente que el destino le jugó una mala pasada y que merecía más oportunidades por trabajo, constancia y resultados? 
 
Para nada. El tenis me ha dado cosas buenas y malas. Me quedo con lo positivo por esos buenos recuerdos y también con lo negativo con el fin de aprender de esas situaciones y tratar de que no vuelvan a repetirse con mis futuros jugadores.
 
Ganó más de 40 torneos a lo largo de su carrera y llegó a situarse en el puesto 230 de la ATP en abril de 2014. ¿Cuál fue su momento más emotivo y especial? 
 
Siempre me quedaré con mi primer título como profesional en Turquía cuando tenía 19 años y con mi primer Campeonato de España infantil. Ese Nacional me hizo creer que podía ser bueno de mayor. 
 
¿Le quedan muchas espinas clavadas tras colgar la raqueta? 
 
No, en absoluto, aunque siempre me gustaría volver atrás para hacer algunas cosas diferentes en mi vida, al igual que todo el mundo.
 
Usted siempre controló muy bien sus emociones como jugador. ¿Es difícil alejarse de su gran sueño? ¿Cree que podría haber cumplido sus metas si la salud le hubiera respetado más? 
 
Claro que es complicado alejarse de un sueño que perseguiste durante años, pero por suerte he dejado ese por otro que va a ser igual de bueno. Voy a estar en los torneos más grandes con los mejores jugadores del mundo. Nunca se sabe qué hubiera sucedido sin tantas operaciones, pero creo que mi carrera profesional habría sido más buena.
 
Este año inicia un nuevo proyecto al dar sus primeros pasos como entrenador. ¿Es un cambio muy diferente? ¿Conserva la misma ilusión que cuando era jugador? 
 
No es drástico porque sigo vinculado a lo que he hecho durante toda mi vida, que es la competición de alto nivel. Este reto me ilusiona igual que cuando era jugador. 
 
Conoce muy bien el circuito, ¿esa experiencia le puede ser de gran ayuda como técnico o tendrá que aprender e innovar cada día? 
 
Me vendrá bien toda la experiencia de estos años al vivir todo tipo de situaciones. Sin embargo, siempre hay muchas cosas que aprender para ser el mejor en lo tuyo.
 
¿Cómo es su día a día con su primer alumno y en qué incide?
 
La rutina es como la de todos los profesionales. Hay tres cosas que nunca faltan en nuestro día: entrenar a tope, alimentarse bien y descansar. Son pautas que seguimos muy estrictamente, ya que son la base del éxito. Como entrenador, intento incidir tanto en la disciplina como en la humildad por su importancia. Santi –Giraldo– ya tiene esas virtudes, lo que facilita que trabajemos en la buena dirección.
 
Su pupilo alcanzó el top-30 en la ATP, pero en los dos últimos años retrocedió en el ranking y, actualmente, ocupa el puesto 71. ¿Cómo puede recuperar su mejor nivel? 
 
Hay que tener en cuenta que este deporte es un poco injusto  y que no todo sale como uno quiere. Pasó una mala racha y le faltó más regularidad, pero lo más importante es que él no ha cambiado. 
 
Usted destacó por su agresividad y potencia en el golpeo. ¿Son cualidades básicas para progresar? 
 
Son dos virtudes que Santi ya posee y eso es primordial para ser muy bueno en este deporte.
 
¿Hay algo que le haya sorprendido gratamente del jugador de Pereira? ¿Dónde están sus límites? 
 
Lo cierto es que cada día me sorprende más porque está demostrando que tiene un potencial tremendo. Es un tenista que no tiene límites y con nivel suficiente para ganar a cualquier jugador. 
 
¿Con qué experiencia se queda de en estos primeros días como principal instructor de Giraldo? 
 
Con ninguna en especial. Lo más valioso es que estoy haciendo las cosas bien y, sobre todo, que veo que él crece y mejora cada día.
 
¿Qué le diría a esos niños de la provincia que quieren llegar lejos en este deporte? ¿La diversión es más importante que los triunfos? 
 
Mi mensaje es que este deporte es de constancia, de entrenar día a día. Nadie regala nada, ya que la competencia es brutal. No importa cómo vayan los resultados, pues al día siguiente tienes otra oportunidad para progresar. El tenis es un deporte en el que hay que aceptar las situaciones. Es algo básico para luchar y cambiar las cosas. 
 
El reinado del serbio Novak Djokovic es incuestionable. ¿Ve capacitado a algún jugador del circuito para hacerle sombra y discutir su aplastante dominio?
 
Por ahora, Novak demuestra que está un escalón por encima de todos, no solo por juego. Mentalmente, es un jugador muy bueno que acepta cualquier cosa que le pase para saber gestionarla y darle la vuelta. Es el tenista que mejor hace todo eso de largo. Eso sí, creo y espero que ese juego tan sólido hará mejor a los rivales y que estos intentarán destronarlo. En esta línea, el nivel tenístico subirá aún más este año y también en el próximo.