Señales de incertidumbre

Carlos Cuesta (SPC)
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La industria está sintiendo las primeras alertas de una nueva recesión con el cierre de sociedades que dejan a miles de personas sin empleo

Hace 12 años, exactamente el 4 de abril de 2006, Guillermo estaba muy contento porque era contratado en la nueva empresa Vestas de Villadangos del Páramo (León). Llevaba trabajando en una mina en el Bierzo Alto más de una década  hasta que está diera quiebra y se quedara no solo sin su empleo sino que, además, no cobró ni un solo euro de lo trabajado durante el último año, a pesar de que el patrón percibiera de los Fondos Miner más de 50.000 euros al año de subvención por cada asalariado, a parte de la producción que obtenía de la explotación.

El caso de la factoría danesa de fabricación de tecnología eólica Vestas, que deja en la calle a 362 personas, es uno más de una lista que cada vez es mayor y que, además, tiene el denominador común de haber recibido suculentas subvenciones. 

En las últimas semanas, la prensa económica se ha hecho eco de importantes anuncios de cierres de compañías como la cementera Cemex con 1.000 contratos; La Naval de Sestao con 150 familias; Siemens Gamesa con 130 operarios; Tubos Reunidos con 157 asalariados o las factorías de Avilés y La Coruña de Alcoa con casi 700 contratos.