La encuesta del Colegio de Economistas de Madrid, presentada este martes en la sede de CEOE CEPYME Cuenca por el consultor Germán Chamón, detecta que para el próximo año será menor la diferencia entre el crecimiento económico conquense y regional respecto a la media española: el PIB de Cuenca crecerá alrededor del 1,3% y el de Castilla La Mancha al 1,8%, lo que supondría respectivamente nueve y cuatro décimas menos que el 2,2% previsto para toda España por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). En esta segunda encuesta a los 7.548 economistas del Colegio de Madrid se han incluido como novedades preguntas sobre la percepción de la propia felicidad y sobre la seguridad de la privacidad, a raíz de que en mayo pasado entró en vigor el nuevo Reglamento General de Protección de Datos. Realizada durante los meses de octubre y noviembre en 9 provincias de 3 comunidades autónomas (Ávila, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Madrid, Salamanca, Segovia, Soria y Toledo), han participado el 31% de los economistas residentes en la provincia de Cuenca. El resultado, también entre los economistas de Cuenca, ha sido que el 69,2% de los consultados observan cierta desprotección de sus datos personales: declaran tener poca protección el 38,5%, algo otro 30,7%, y nada otro 30,7, situaciones que juzgan como graves inconvenientes para el desarrollo de su actividad y del crecimiento económico en general. Ninguno ha respondido que tiene mucha protección. Asimismo, la nota media de la propia felicidad es de 7,5 puntos sobre 10 puntos. Recordemos que España ocupa el puesto 36º del ránking de países más felices, según el Informe Mundial de Felicidad 2018 (World Happiness Report 2018), encabezado por Finlandia y otros países nórdicos.

Problemas relevantes. Para el 61.5% de los economistas de Cuenca, el paro es el problema más importante de Castilla La Mancha, aunque ha bajado a esa cota desde el 90% registrado a primeros de año, según datos ambos agregados de las tres primeras posiciones en el siguiente reparto de sus calificaciones de 1 a 7 puntos de cada problema. Le siguen los problemas del agua (58,3%) y la inestabilidad política (46,2%). Otros problemas que suman las tres primeras posiciones son la elevada fiscalidad (36,36%), las infraestructuras y el precio de la energía, en los que coinciden el 33,33% de los encuestados. Para otro 30% la despoblación es un problema regional muy relevante.