La madurez y veteranía de Rafa López le convierten en una de las voces más autorizadas del vestuario del Ciudad Encantada. Tras una retirada prematura en 2011, el ciudadrealeño regresó con fuerza a las pistas, donde asume sus galones con naturalidad y hace carburar al equipo de Lidio en ataque.
«Mi gran objetivo es seguir divirtiéndome en la cancha. Tengo claro que debo entrenar duro para ayudar al bloque», enfatiza el manchego, un filón de oro a sus 36 años por su inteligencia y liderazgo. La autoexigencia es otra de sus grandes virtudes. «Me encuentro bien, pero aún puedo dar más al equipo y prestar el apoyo necesario a los compañeros», añade.
Su confianza le permite marcar la diferencia en la cancha pese a arrastrar una leve tendinitis en el codo derecho desde el inicio de la temporada: «Nunca pensé en jugar mejor o peor cuando decidí volver a jugar. Sólo pienso en progresar y echar una mano».
Esa filosofía colectiva también predomina en el Globalcaja, inmerso en una pretemporada invernal que se antoja fundamental para recuperar el buen tono físico. «Las piernas empiezan a pesar un poco, pero es algo normal después de tantas sesiones. Estos entrenamientos nos vienen bien para coger el nivel competitivo que teníamos antes del parón», detalla.
En esta línea, Rafa López asegura que «los encuentros amistosos son importantes para dar un paso adelante en el plano físico y competir». Y es que, como subraya, «el margen de mejora del grupo es amplio. Podemos progresar en todas las líneas».
Entre los aspectos a pulir, el jugador del Ciudad Encantada afirma que «hay que avanzar en ataque y tratar que Vladimir entre más en las rotaciones». Mejorar la efectividad de cara a puerta y explotar los contraataques son otros de los cometidos: «Es cierto que hemos fallado lanzamientos claros en la primera vuelta, pero debemos mirar hacia delante, no tener miedo y ser positivos porque estamos trabajando en la buena dirección».
Sumar más puntos a domicilio es un desafío mayúsculo para los de Cuenca. «Los partidos de fuera son nuestro talón de Aquiles. Competimos bien en Santander, Zaragoza y Huesca, aunque también nos quedó una espina clavada en Sagunto y Pontevedra», declara.
Vladimir. El despertar del lateral serbio Vladimir Zejak es el gran anhelo de los conquenses, que necesitan más aliados para hacerse fuertes en el segundo tramo de la competición. «Vladimir se cuida mucho y está a un gran nivel físico. Tenemos que adaptarnos más a su estilo de juego y darle facilidades en ataque con el fin de que explote sus virtudes. Lo que necesita es confianza y no agobiarse», precisa.