ETA asume 758 asesinatos y 2.606 atentados en su Historia

SPC
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La banda criminal reconoce 44 años después la matanza de la cafetería Ronaldo de Madrid, en la que murieron 13 personas, y califica la masacre de Hipercor como «el mayor error» cometido

ETA asume en su último boletín interno Zutabe, fechado el pasado mes de abril, dos meses antes de su disolución definitiva, 758 asesinatos y 2.606 acciones armadas, dos más de los que reivindicó en su día. Se trata de la matanza en 1974, en la cafetería Rolando de la calle del Correo de Madrid, donde una bomba acabó con la vida de 13 personas, y de un triple asesinato en Tolosa en 1981. 

En el documento, publicado ayer por el diario Gara, la banda asegura que durante sus 60 años de Historia ha asesinado a 758 personas en sus atentados, alrededor de un centenar menos de las que le atribuyen el Ministerio del Interior y las asociaciones de víctimas. Así, sigue rechazando la autoría de «falsos atentados» como el «incendio del hotel Corona de Aragón» -que dejó 83 muertos en 1979- que, según dice, le «achacan» las asociaciones de víctimas del terrorismo. También reniega de aquellas acciones cometidas por otras organizaciones armadas -como en el caso de la niña Begoña Urroz en 1961 que, en su día, reivindicó el Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación-o bien de aquellas que fueron producto «de la guerra sucia».

En cambio, por primera vez, ETA admite ser responsable directa del artefacto explosivo que hace 44 años mató a 13 personas y dejó heridas a 70 en la cafetería Rolando de la calle Correo de Madrid, junto a la Dirección General de Seguridad de la Puerta del Sol. Los dos presuntos asesinos, Bernat Oyarzábal Bidegorri y María Lourdes Cristóbal Elhorga, una joven pareja de vasco-franceses, no fueron detenidos ni juzgados por aquel hecho, ya que se beneficiaron de la amnistía de 1977.

Aquel atentado dividió a la militancia de la organización criminal y desembocó en la escisión más grave de la Historia de la banda: de un lado ETA político-militar, contraria a los atentados indiscriminados, y de otro lado ETA militar, que siguió con la lucha armada hasta el pasado mes de mayo. 

Asimismo, los criminales reconocen el asesinato a tiros de tres jóvenes agente comerciales el 24 de junio de 1981 en Tolosa. Miembros del grupo Goierri de ETA, armados con metralletas, los acribillaron a tiros, pero la banda negó la autoría en su momento y atribuyó las muertes a «mercenarios pagados» para desacreditar a la izquierda abertzale.

Reparto de culpas. En el Zutabe, la banda hace referencia a su atentado más sanguinario, cometido en el hipermercado Hipercor en Barcelona el 19 de junio de 1987, en el que murieron 21 personas y 45 resultaron heridas, y afirma que fue «el mayor error y desgracia» de su «accionar armado», pero justifica que «los responsables policiales y gubernamentales tomaron la decisión de no desalojar el edificio».