«Lo más importante para explotar el potencial turístico de Cuenca es que haya unión y esté claro el objetivo»

D. Guijarro
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Cuenca tiene la ventaja de pertenecer a dos de los clubes más exclusivos como el de las Ciudades AVE o Patrimonio, además de contar con un producto «absolutamente increíble y diferente» para convertirse en un referente del sector

La amplia experiencia profesional, su cargo como director de los paradores de Cuenca y Alarcón y ser una persona que viene de fuera, -lo que le permite apreciar detalles que para otros pasan desapercibidos por tenerlos demasiado asumidos-, convierten a Juan Serrapio en una de las voces más autorizadas para analizar el presente y el futuro del sector turístico.
 
¿Existe diferencia en la gestión de los distintos paradores?
Uno de los principales valores que tiene Paradores es que cada uno es diferente. Es cierto que somos una cadena con unas estandarizaciones, pero la gestión de cada parador es una aventura diferente y eso es lo bonito de la propia gestión. Manteniendo unos valores propios de la cadena cada establecimiento es un mundo. Hay que pensar que tenemos desde plena montaña a paradores urbanos por lo que la gestión también es diferente.
La red de Paradores Nacionales es un símbolo del turismo de calidad. ¿Cómo se ha logrado?
Tener 86 años ya es parte de ese éxito. De generación en generación se ha ido transmitiendo ese valor de la marca, las señas identidad: atención al cliente, calidad en el servicio, la hostelería bien hecha. Todo esto ha llegado hasta hoy gracias a ese valor que nos une. Cuando uno llega a esta casa lo tiene muy impregnado desde el momento que entra.
Recientemente Paradores recibió el premio 360º del IE Tourism Club o el de mejor stand de Fitur, ¿se sienten partícipes de estos reconocimientos globales cada uno de los establecimientos?
Sí, siempre. Porque cada uno de los paradores representa mucho de la marca con lo que siempre es un orgullo que se reconozca la marca y en cada uno de las instalaciones intentamos que así sea y mantener el prestigio de la marca. Estos premios son un orgullo. 
¿Qué papel juega esta empresa pública en la promoción del sector turístico?
Ha sido fundamental a lo largo de su historia. Por ejemplo la apertura del Parador de Alarcón sirvió para atraer turismo a esa zona, dinamizarla económicamente y además rehabilitar un edificio histórico. Creo que sólo eso, que era la misión inicial de paradores y Cuenca es un ejemplo de ello, ha significado mucho para zonas que no eran atractivas turísticamente lo comenzaron a ser tras la construcción del Parador y no sólo para éste sino que han servido para beneficiar a todas las zonas.
Existen alianzas con las ciudades AVE o  Patrimonio, dos convenios que afectan directamente a Cuenca. ¿Se aprecia la influencia de estas alianzas en las visitas a sus instalaciones?
Sí, aunque es difícil medirlo de forma directa pero cualquier acción de esta, de unos club tan exclusivos como estos, nos pone a la ciudad como destino turístico en el mapa. En este sentido, Cuenca es una privilegiada.
Hablando de AVE, cree que la escasa conexión del transporte público con la estación del AVE puede  estar perjudicando la llegada de turistas.
Creo que no. La llegada como tal, es decir, que el cliente decida venir a Cuenca no se ve afectada por este motivo. En todo caso tenemos que plantearnos si perjudica la visión que se puede llevar de Cuenca o la satisfacción final. No creo que pueda influir en la decisión de las personas de volver a la ciudad pero es importante que hagamos todo lo necesario para que la satisfacción final del viaje con destino a Cuenca sea la mayor posible.
Dentro de la gestión particular en Cuenca, al sumarse la circunstancia de ser el director de dos instituciones, en la capital y en Alarcón, ¿qué es lo más difícil y lo más sencillo de gestionar en una ciudad tan pequeña como esta?
Lo más importante para todos hoy en día es gestionar el tiempo. Lo más complicado y a la vez lo más sencillo y gratificante es gestionar las relaciones humanas tanto de los trabajadores internos como con los clientes externos. Es la parte que más requiere. Pero he de decir que gracias al carácter de los conquenses, y por extensión de Alarcón, que siempre reciben bien a la gente de fuera, se hace todo mucho más sencillo. Por mucho edifico que tengamos, tanto en Alarcón como en la capital, si las personas que dan el servicio y que están con el cliente no fueran excepcionales de nada serviría, no seríamos nada. Tenemos un buen producto pero es que tenemos unas personas únicas. 
En reiteradas ocasiones se ha señalado el potencial turístico de la ciudad como el sector capaz de generar riqueza en Cuenca. Desde su óptica son merecidos los elogios.
Sin ninguna duda. Cuenca es una ciudad única, es tan singular que está claro que el turismo es una parte importante de su actividad económica y puede serlo porque tenemos un producto absolutamente increíble y diferente.
¿Qué se podría hacer para explotar y convertir ese potencial en una realidad?
Se pueden hacer muchas cosas y seguro que se harán. La clave es ser muy inquieto y que haya unión en la promoción y que esté claro el destino que le queremos dar a la ciudad en ese potencial turístico.
Si los diversos candidatos  a la Alcaldía le pidieran consejo para mejorar aspectos turísticos de la ciudad, ¿qué les diría?
Bastante tienen los pobres con la responsabilidad que tienen que asumir como para decirles lo que tienen que hacer. Me parecería un poco soberbio. Lo que sí tendrán siempre todos será la colaboración del Parador como no podía ser de otra forma y la inquietud por hacer cosas y colaborar para mejorar el turismo de esta ciudad.