CLM mantiene los recursos sanitarios en niveles previos a la crisis

J. D. Bazaga / Madrid
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El estudio 'La Sanidad Española en cifras' revela que la comunidad autónoma ha aumentando incluso su gasto sanitario por paciente un 2,7 por ciento desde 2008

Castilla-La Mancha ha mantenido, en términos generales, los recursos y las prestaciones sanitarias en niveles previos al inicio de la crisis. Al menos así lo refleja el estudio La sanidad española en cifras realizado por la asociación empresarial Círculo de la Sanidad, y que recoge las diferencias encontradas entre los años 2008 y 2012 en medio centenar de indicadores sanitarios. Así, el documento recoge datos como que el personal médico de atención primaria no ha variado manteniéndose en una tasa de 0,8 médicos por cada 1.000 personas asignadas. También el número de camas disponibles se mantuvo estable registrando un ligero descenso de 2,6 a 2,5 camas en funcionamiento por cada mil habitantes. Otro punto en el que Castilla-La Mancha mantuvo sus niveles fue en la tasa de realización de mamografías con la frecuencia recomendada en mujeres de entre 50 y 69 años, que se vio incrementada del 71,2 por ciento en 2009 al 80,9 en 2011, superando incluso la media nacional situada en el 77,1 por ciento.

Además, uno de los indicadores más significativos como es el gasto sanitario por persona asignada al Sistema de Salud, experimentó un incremento del 2,7 por ciento, pasando de los 1.471,9 a los 1.512,3 euros por habitante protegido.

No obstante, el informe revela que, debido a la situación económica, se ha detectado una «evolución negativa» en la cobertura de personas mayores de 65 años vacunados frente a la gripe, que ha registrado un descenso del 63 por ciento en 2008 al 57,4 por ciento en 2012, que es hasta donde los investigadores tienen datos disponibles. Aún así, tasa muy parecida a la media nacional situada en el 57 por ciento de este rango de población.

Precisamente los responsables del estudio pusieron de manifiesto durante su presentación la pasada semana en Madrid este detalle de la limitación temporal del informe, que «no permite descartar que se haya producido un deterioro posterior en la situación del sistema, tanto por los ajustes presupuestarios abordados por las comunidades autónomas como por el empeoramiento de diversos factores determinantes del estado de salud como la rasa de desempleo o el nivel económico de los hogares». Y es que, no en vano, el documento recoge solo la mitad de la crisis económica aunque en ese año, la tasa de población cubierta en Castilla-La Mancha era del 99,6 por ciento, siendo la media nacional del 99.

El informe hace una advertencia sobre la tasa dependencia -índice demográfico que expresa la relación existente entre la población productiva y la población que de ella depende-, que se está viendo incrementada a nivel general y que en Castilla-La Mancha pasó del 48,6 al 49,5 por ciento en 2012. El documento subraya que este indicador «irá cobrando mayor relevancia a medida que se consolide la situación de envejecimiento de la población española».

El informe ha sido elaborado para resaltar las posibles desigualdades sanitarias que se pueden encontrar los ciudadanos de las distintas comunidades autónomas debido a las tensiones que ha generado la crisis económica. Así, los investigadores han perseguido ese doble objetivo: evaluar de qué modo la crisis ha afectado a la prestación de los servicios sanitarios y encontrar las diferencias territoriales que se hayan podido poner de manifiesto en este periodo como consecuencia de la gestión descentralizada del Sistema Nacional de Salud.

En este sentido, el presidente del Círculo de la Sanidad, que estuvo acompañado durante la presentación del director general de la Cartera Básica de Servicios del Ministerio de Sanidad, Agustín Rivero Cuadrado, destacó entre las conclusiones que «podemos tener un sistema con los servicios adecuados que razonablemente podemos pagar, siempre y cuando definamos un paquete básico de prestaciones financiadas públicamente» porque «la sanidad no es gratuita, la pagamos con nuestros impuestos» subrayó Ángel Puente.

Además valoró la posibilidad de avanzar en un modelo de colaboración público-privada porque son modelos que «están dando sus frutos», y añadió que, con la situación económica actual, esa colaboración “es necesaria para seguir modernizando hospitales y centros de atención primaria allí donde sea necesario».