Un cartel de lujo. Es lo que reúne la quincuagésima novena edición del Concurso Hípico Nacional de Cuenca, que echó ayer a andar bajo la brillante organización del Club Los Faldones.

 

Más de 80 jinetes y un total de 132 caballos componen, en esta ocasión, el espectáculo ecuestre conquense, referencia a nivel nacional a tenor del público que reúne y del volumen de apuestas que genera. Una fiesta a la que quiso sumarse la Infanta Elena, quien acentuó el prestigio de este certamen al competir, a primera hora de la tarde, en la prueba de 1,20. Además, la hermana del rey Felipe VI estará presente en esta cita durante todo el fin de semana.

 

La jornada matutina arrancó con la puesta en marcha de la competición de 0,90, enfocada a participantes más inexpertos. Tras una dura batalla, la amazona Alejandra Vendrell y su caballo Wimblex conquistaron la primera plaza, mientras que María Teresa Martínez y Marta Aragón finalizaron en segunda y tercera posición, respectivamente.

 

La segunda cita del concurso de saltos llegó con la prueba de 1,10. El jinete Alfonso Blanco, a lomos de Quorum de Anciles, impuso su dominio después de mantener un igualado pulso con Marc Boncompte, que se quedó a dos segundos del campeonato. Por su parte, Prisciliano Joaquín Delgado concluyó tercero.

 

Pura magia. La dificultad de los obstáculos se elevó, acto seguido, hasta los 1,20 metros para dar comienzo a la competición oficial. Álvaro Gil, con un incombustible Chucena W, fue el mejor de esta modalidad, en la que los participantes tuvieron que sortear 11 obstáculos a lo largo de un recorrido que constó de 565 metros. Asimismo, Hugo Álvarez y Mirian Piqueres demostraron su depurada técnica a las riendas de sus caballos y subieron al cajón.

 

La magia de los equinos brilló en la esperada prueba de 1,30, disputada en dos fases cronometras. El jinete Mariano Martínez Bastida cumplió los pronósticos y se hizo con el título gracias a la portentosa actuación de Quickcha de Almanchara, que superó el trazado, de 385 metros y 13 obstáculos, en 31:29 segundos. El dominio de Bastida resultó aplastante, ya que también logró la tercera plaza con Andorre du Chalet. Por su parte, Alejandro Valladolid  finalizó segundo al quedarse a ocho décimas de su gran rival. 

 

José Bono, otro de los favoritos, rozó la victoria, pero perdió sus opciones al derribar el último obstáculo. Una penalización que le apeó del primer puesto pese a su magnífico tiempo (30:08).

 

El colofón al día inaugural del evento llegó con los saltos de 1,35, donde Blai Capdevila superó en el mano a mano a Alfonso Salguero en la pugna por el primer puesto. Jesús Bamonde concluyó tercero. Las emociones abundarán este viernes, donde el público disfrutará de las pruebas nocturnas.

 

Las apuestas, motor del evento

 

El gran motor del Concurso Hípico Nacional de Cuenca son sus apuestas. No en vano, el público se gastó cerca de 150.000 euros en la última edición. Los conquenses pueden realizar tres tipos de apuestas: simple (ganador de la serie), gemela (primer y segundo clasificado) y triple gemela (gemela ganadora de las tres últimas series). «Las expectativas de este año son superiores a las de 2013 porque contamos con más caballos, hay jinetes de renombre y se han ampliado los horarios», indica Rafa, quien se encarga de coordinar las apuestas desde hace casi 25 años.

 

Por tan solo un euro y medio, los aficionados pueden realizar una apuesta simple, mientras que el precio de la gemela es de tres euros, al igual que el boleto de la triple gemela -que incrementa su coste en función del número de combinaciones-. «La gente suele apostar en grupos. Es espectacular ver cómo esta cita atrapa a los asistentes», remarca.