Una tormenta devastadora provoca graves daños en La Manchuela

latribunadecuenca.es
-

Pérdidas. Aún no está cuantificado en su totalidad el daño que ha hecho el temporal a la vid y el girasol, pero Asaja Cuenca cree que puede estar entre el 40 y el 80 por ciento

Una tormenta devastadora provoca graves daños en La Manchuela - Foto: Reyes Martínez

 
La lluvia intensa y el granizo caído este jueves por la tarde en La Manchuela conquense y en zonas de la Serranía baja ha provocado numerosas pérdidas en el cultivo, principalmente de la uva, y cuantiosos desperfectos en casas, edificios y mobiliario urbano de varias localidades. El mayor varapalo se lo llevará el campo, que en estas fechas estaba en plena vendimia y aún faltaban varias semanas de trabajo para concluir con la recogida. En algunas de las poblaciones, la tormenta dejó en poco más de 15 minutos hasta 50 litros por metro cuadrado.
Una de las poblaciones más afectadas fue Villanueva de la Jara, con numerosos daños en la misma localidad y en los campos de vid. Muchas de las parcelas amanecían esta mañana anegadas de agua y con granizo de hasta el  tamaño de una pelota de golf en algunos casos. Técnicos de Asaja y de la Junta de Comunidades realizaban peritaciones horas más tarde sobre el terreno, aunque no será hasta bien entrada la próxima semana cuando se sepa cual es el alcance real de pérdidas. El temporal también ha hecho daño en los caminos de tierra de la zona. Muchos de ellos han sido prácticamente arrasados por riadas de barro, borrando todo rastro de calzada alguna por la que transitar. Las principales vías de comunicación también aparecían anegadas de barro a primeras horas de la mañana, obligando a los vehículos a transitar con precaución. 
La tormenta, con numerosos aparato eléctrico, comenzó a caer a primeras horas de la tarde. Localizada en zonas de la Manchuela sobre las siete, dejó posteriormente precipitaciones en Minglanilla, Graja de Iniesta y Castillejo de Iniesta, para descender hacia Iniesta, Casasimarro o Villanueva de la Jara. Fue en esta población donde el temporal descargó con mayor violencia, tanto es así que minutos más tarde la tormenta continuaba hacia Casasimarro y Quintanar del Rey, aunque en estas poblaciones la intensidad se disipaba y dejaba de caer granizo. En diez minutos escasos, la tormenta arrasaba unos campos de vid que este año prometían trabajo hasta finales de octubre y una buena cosecha.