Esta semana regresaba a Cuenca la decimocuarta edición de la Ruta Marah, que ha recorrido el Sena filmando imágenes de ciudades, paisajes y gentes, que se recogerán en el documental Sena. Reflejo de los siglos. 

Según informa la organización, en total han sido más de 2.000 kilómetros los recorridos desde el nacimiento del río en la Borgoña francesa hasta su desembocadura en el canal de la Mancha. Un viaje que ha permitido conocer a los participantes una veintena de localizaciones y compartir con los locales. 

La expedición ha estado organizada un año más por la asociación cultural conquense Marah Nui bajo el lema Los ríos que nos unen  y con el objetivo de ensalzar el valor de los ríos como nexo de unión entre culturas, pueblos y gentes. 

Samuel López, de Marah Nui, explica que tanto la ruta como el documental posterior tratan de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de preservar los ríos del planeta, «que en los últimos años languidecen y piden ayuda». López pone como ejemplo el cercano río Tajo, «del que hace unas décadas podíamos beber agua a su paso por Toledo y ahora no es posible».

Aunque la calidad de las aguas empeora al ritmo que avanza el progreso, Marah Nui cree que todavía no es tarde para pasar a la acción y emprender medidas que ayuden a revertir la situación, de ahí su labor de concienciación medioambiental, que espera que haga efecto tanto en la sociedad como en los propios gobiernos.