El Ciudad Encantada visita Aranda de Duero en su pico más alto de confianza

Héctor Madrigal
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Los conquenses desafían a los burgaleses en el Príncipe de Asturias, donde tratarán de dar un golpe de autoridad y confirmar su mejoría

El pivote Rubén Marchán lanza a la portería del Zamora. - Foto: Reyes Martí­nez

La magia del pabellón Príncipe de Asturias estimula a un Ciudad Encantada que encara sin temores su visita (19 horas) a Aranda de Duero. Repletos de confianza y moral, los conquenses tratarán de dar un golpe de autoridad y confirmar la progresión experimentada en El Sargal.
 
Los precedentes son halagüeños para el GlobalCaja, que impuso su dominio en los dos duelos que acogió la cancha amarilla, todo un talismán. El desafío, no obstante, es mayúsculo, pues los hombres de Jacobo Cuétara cuentan con el tercer mejor ataque de la competición -29 goles por encuentro- y todavía no conocen la derrota en casa.
 
La intensidad define el juego de los arandinos, heridos en su orgullo tras desaprovechar una renta de siete goles en la pista de Cangas y cosechar su primer tropiezo del curso. Sin el lesionado Josip Pazin, los locales intentarán aprovechar la presión que transmite su grada para acorralar a su adversario, que ya plantó cara a todo un Naturhouse en La Rioja. Un choque que inspira a los de Cuenca, acostumbrados a mostrar su mejor balonmano cuando la adversidad es extrema.
 
El central Diego Camino marca el ritmo en el cuadro burgalés, aunque las amenazas son diversas: los brasileños Malburg Patrianova y Dos Santos, el extremo Cabanas o el pivote Moreira pueden desequilibrar en cualquier fase.
 
Aranda atesora, además, un 69 por ciento de acierto en el lanzamiento, fiel reflejo de su crecimiento. En esta línea, los guerreros de Lidio Jiménez tendrán que carburar en defensa y frenar la primera línea de su adversario con el fin de mantener intactas sus opciones de victoria y llegar vivos al final de la contienda. Oliva, espléndido en la portería frente a los zamoranos, toma de nuevo la palabra, al igual que el incombustible Mendoza, un pilar fundamental en el centro de la zaga junto a Frade y el prometedor Marchán.
 
Físico. El Ciudad Encantada recupera fuerzas después de que Nacho Moya, aún renqueante de su luxación en el hombro derecho, se uniera a última hora a la expedición. Un aliado más para plantar cara a Aranda en los instantes críticos del duelo, muy exigente a nivel físico.
 
En ataque, Renaud, Balaguer y Pérez-Ortiz, bien nutridos por Sau y Tolmos, esperan marcar la diferencia. ‘Tibu’ Valles, que defendió la camiseta amarilla durante cinco años, también se suma a una batalla cargada de alicientes.