La llegada del internacional argentino Pablo Vainstein a Cuenca añade más raza competitiva al bloque, aunque el equipo de Lidio Jiménez no carbura en el tramo inicial de la competición. Los tropiezos en Sagunto y Pontevedra, unidos al de Ademar, hacen saltar las primeras alarmas e invitan a la reflexión.

 

«El campeonato es muy largo y no podemos volvernos locos. La clave es trabajar más en conjunto y poner remedio a lo que hacemos mal para recuperar las buenas sensaciones», describe Colo.

 

Ganar continuidad es una de las misiones del Globalcaja: «Hay que tirar a una del carro, no cada uno por separado, y competir durante los 60 minutos».

 

El extremo sudamericano tiene claro que «debemos ser más regulares y pacientes, sobre todo en ataque, para explotar todas nuestras armas y no favorecer los contraataques al adversario».

 

Tras perder su imbatibilidad en El Sargal y hacer examen de conciencia, los conquenses pugnarán por desquitarse en tierras burgalesas. «El Villa de Aranda está en un gran momento de forma y sigue sin perder, pero es una cancha que se nos da bastante bien», apunta.

 

En esta línea, Vainstein remarca que la batalla ante los ribereños «es una buena oportunidad para resurgir» y olvidar los últimos tropiezos: «Hay que creer siempre en este equipo. Cuando ganamos a Benidorm no éramos los mejores y ahora tampoco somos los peores».

 

En el plano personal, Colo espera aprovechar su polivalencia para «ayudar al máximo» al bloque: «Estoy con confianza y sé que puedo aportar mucho al grupo».