Los casinos, la velocidad excesiva y el alcohol acompañan de manera peligrosa la carrera del chileno Arturo Vidal, el fichaje ‘estrella’, salvo sorpresa de última ahora, del Barcelona para la próxima temporada. Su brillante trayectoria en el fútbol europeo aparece salpicada de episodios oscuros que justifican su fama de jugador rebelde rayando a lo conflictivo, de los que nunca pasan inadvertidos. Para lo bueno y para lo malo, el ‘Rey’, como le llamen en su país, es un hombre excesivo. Tanto, que el entrenador argentino Jorge Sampaoli no dudó en airear sus problemas cuando aún ocupaba el banquillo de una selección chilena que, pese a todo, conquistó la Copa América. El incidente más recordado durante aquel campeonato presenta a un centrocampista pidiendo disculpas públicas, entre lágrimas, después de haber estampado su Ferrari cuando conducía borracho.  El suceso conmocionó a la sociedad chilena e implicó incluso a la entonces presidenta de la nación, Michelle Bachelet, que habló con Sampaoli para saber cómo reaccionaría ante el caso. Consciente de la importancia de Vidal en el equipo, el entrenador le permitió continuar disputando el torneo que acabarían conquistando en los penaltis frente a la Albiceleste liderada por su ahora compañero Leo Messi.