El Trasvase es "igual de injusto" que los de Rajoy

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El Gobierno de Castilla-La Mancha critica que "el Gobierno central no ha tenido en cuenta el aspecto ecológico, por lo que se sigue incumpliendo un ámbito que la ministra había dicho que iba a ser prioritario"

La consejera de Fomento, Agustina García Élez, ha denunciado que el nuevo trasvase del Tajo al Segura de 20 hectómetros cúbicos aprobado en el mes de agosto es “igual de injusto que los perpetrados por el Gobierno de Rajoy”, al mismo tiempo que ha subrayado que “además es incoherente con el cambio en la política hídrica que venía defendiendo el Ministerio de Transición Ecológica”. Lo ha hecho a través de un comunicado enviado tras conocerse la decisión del Gobierno central.

En consecuencia, ha criticado el que “en la línea de las derivaciones de agua por la tubería anteriores, este Gobierno central no ha tenido en cuenta el aspecto ecológico, por lo que se sigue incumpliendo sistemáticamente un ámbito que la ministra había dicho que iba a ser prioritario”; por lo que ha dicho sentirse “defraudada después de un cambio de rumbo en la postura frente al trasvase que durante unas semanas ha sido esperanzador”.

Así lo ha manifestado la titular de Fomento del Gobierno regional después de conocerse que la reunión de la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura se ha saldado con la aprobación de un nuevo trasvase al Levante.

“El Gobierno de Castilla-La Mancha confiaba en el nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez, a través de la ministra de Transición Ecológica, pero al final han cedido y se han doblegado a los intereses de Murcia y del Levante, aunque para nosotros siempre estarán por encima de los intereses partidistas, las necesidades, demandas y reivindicaciones de los castellano-manchegos y castellano-manchegas, gobierne quien gobierne”, ha declarado la titular de Fomento del Gobierno regional.

García Élez ha mostrado su malestar con el hecho de que en el Ministerio “tampoco se han preocupado por cambiar las reglas de explotación en una mesa de decisión donde la cuenca cedente, desde la que sale el agua de los embalses de la cabecera del Tajo, no está representada; por lo que los castellano-manchegos no tenemos ni voz ni voto sobre el futuro de nuestra agua”.