Arropado de sus compañeros, el cuerpo técnico, la directiva y su familia, el centrocampista se ha despedido de «la que es su casa» sin poder aguantar las lágrimas. El castellano-manchego ha explicado que ha tomado la decisión más difícil, convencido de que es la mejor para evitar crear situaciones incómodas tanto para él como para el Barcelona.«Creo que no le puedo dar al Barça lo que este equipo exige. Este club me lo ha dado todo y yo he intentado dárselo también, pero ya no alcanza solo con eso. Es el momento», remarcó Iniesta