Los Presupuestos de 2016 recibierin la aprobación provisional de la Junta de Gobierno Local, en sesión extraordinaria y urgente convocada por el alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, tras haber sido rechazados en el Pleno Extraordinario celebrado esta misma mañana con los votos en contra de los Grupos Municipales Socialista e Izquierda Unidad y la abstención de Ciudadanos.

Mariscal explicó que ha tomado la decisión de esa convocatoria urgente ‘por responsabilidad y por transparencia’ porque ‘Cuenca necesita de esos presupuestos y necesita de esas inversiones’. Así, ha continuado, ‘esta ciudad sólo puede recuperar su futuro si miramos hacia delante, si hacemos una apuesta como estamos haciendo y no como pretenden algunos de la oposición, poniéndose de lado o incluso mirando hacia atrás’.  

La finalidad, según palabras del primer edil, es ‘cumplir con el compromiso con los ciudadanos de hacer unos presupuestos acordes con la situación actual de las arcas municipales y también con las necesidades de la ciudad’.

Con un importe que asciende a los 52.597.891,48 euros, y en el que priman las ayudas sociales, la limpieza, las instalaciones deportivas, y los servicios de Policía Local y Bomberos, sobre los presupuestos Mariscal ha señalado que ‘no suben los impuestos, ya que congelamos todas las Ordenanzas Fiscales a finales de año, y además gracias a una buena gestión hemos conseguido un ahorro de 600.000 euros en la factura del agua’. Lo que se traduce en una bajada real en el bolsillo de los ciudadanos, ha puntualizado.

En cuanto al desarrollo de la sesión, el primer edil manifestó que ‘hemos escuchado unos grupos políticos que han estado más centrados en hacer una especie de balance de oposición de estos doces meses que no en proponer alternativas’.

Y, continuó, las cuatro que ha presentado el Grupo Municipal Izquierda Unida en forma de enmiendas para la ‘remunicipalización’ de los servicios de basuras, limpieza viaria, parques y jardines, y limpieza de colegios, ‘han sido rechazadas por el resto de grupo políticos’, por lo que las ha calificado como de ‘fracaso absoluto’. 

En este sentido, el alcalde destacóque ‘estamos trabajando para mejorar la calidad de los servicios públicos, como es esa unión de las tres concesiones que tienen que ver con la limpieza viaria de la ciudad y la recogida de residuos’.

Por su parte, el portavoz del Equipo de Gobierno y concejal de Hacienda y Planificación Económica, José Ángel Gómez, manifestó como de ‘acto de irresponsabilidad’ el rechazo de los presupuestos por parte del Grupo Municipal Socialista y por el del Grupo Izquierda Unida que, ‘fuera de los medios o del Pleno felicitan por el trabajo bien realizado y aquí votan lo contrario’.

Una decisión sobre la que les ha exigido que ‘expliquen a los ciudadanos por qué han votado en contra de unos presupuestos infinitamente mejor que los prorrogados y con muchas más ventajas que inconvenientes’.

Tanto el concejal como el primer edil, agradecieron el trabajo y la dedicación de los técnicos del Ayuntamiento para la elaboración de estos presupuestos a lo largo de los últimos meses. 

El documento estará en exposición pública los próximos 15 días hábiles, y ya ha sido enviado al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas para que emita el correspondiente informe con el visto bueno o las posibles alegaciones. Una vez tenidas en cuenta y modificado el documento, si las hubiera, la Junta de Gobierno Local, estaría facultada para dar la aprobación definitiva. 

TRANSPORTE URBANO

Otro de los asuntos importantes que se trataron en el Peno de Presupuestos ha estado relacionado con el Transporte Urbano.

En relación a él, Mariscal incidió en que ‘es una de las minas que nos hemos encontrado’. Pues, ha indicado, ‘el PSOE nos ha engañado a toda la ciudad con un servicio público que no se estaba pagando y sin dejar partida presupuestaria para ello’.

Y ahora, ha continuado, ‘nos condena a hacer frente a una deuda que tenemos que pagar todos’. El primer edil ha explicado que ‘se apuesta por los servicios públicos con transparencia y con dotación presupuestaria, y no dejando una deuda de medio millón de euros’.

Así, prosiguió ‘fue un acto cobarde del Grupo Socialista el firmar un contrato para diez años con una nueva concesión que después no respetaron y en el que se redujeron líneas y se echó a cinco trabajadores’.