«Nuestro punto de partida para el nuevo hospital es recuperar el proyecto de 2011»

D. Guijarro
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El vicepresidente del Gobierno de Castilla-La Mancha destaca el giro en la forma de hacer política que quieren imponer alejándose del rechazo a proyectos que vengan desde otras administraciones y apostando por recuperar servicios e infraestructuras

José Luis Martínez Guijarro (Cuenca, 1968) se ha convertido en el hombre fuerte del Gobierno que preside Emiliano García-Page, que le ha confiado la vicepresidencia. No en vano, es la persona con más experiencia política y en gestión pública del Ejecutivo ya que lleva desempeñando tareas de responsabilidad en la Junta desde hace más de 20 años. Una experiencia de la que hace gala y en la que se basa para coordinar las medidas del Gobierno regional.
Usted presume de ser conquense. ¿Puede suponer esto alguna ventaja para la provincia teniendo en cuenta que el presidente anunció que se haría un esfuerzo extra con Cuenca?
Supone la ventaja del conocimiento de la provincia. Existe un compromiso muy claro del presidente con la provincia de Cuenca. Queremos sacar adelante proyectos e impulsar medidas que tienen que favorecer especialmente a Cuenca que ha sido la más castigada en eliminación de servicios públicos. En materia sanitaria hay que intervenir de manera urgente para recuperar servicios básicos tanto en los centros de salud como en el hospital. En este sentido, reconoce todo el mundo en la región que ha sido el hospital más maltratado y hay que recuperar servicios y, al mismo tiempo, poner encima de la mesa la construcción de un nuevo hospital para las próximas generaciones. Si hablamos de educación también fuimos los peor tratados. Siempre he ejercido de conquense y me siento orgulloso de ello porque esta provincia necesita un trato especial porque por sus condiciones socio-demográficas se pueda recuperar por sí sola del castigo de los últimos cuatro años. 
Page le ha dedicado encendidos elogios. ¿Cómo lo valora? ¿Supone más responsabilidad la confianza depositada en usted?
Sí, soy consciente que hay muchas personas que han depositado esperanzas e ilusiones en mi designación como vicepresidente y haré todo lo posible para no defraudarlos. Hay que trabajar duro y defender los intereses de la provincia de Cuenca. Lo he hecho siempre cuando he estado en el Gobierno y cuando lo estuve en la oposición. 
¿Qué análisis realiza de los resultados electorales en la capital y la provincia? ¿Le decepcionaron?
La provincia de Cuenca tiene una dinámica social muy distinta al del resto de la región. Somos la provincia con más índice de ruralidad y es donde más ha perjudicado la campaña orquestada desde la televisión autonómica de desprestigio hacia Emiliano García-Page. Es donde más ha calado porque en muchos pueblos es el único medio de comunicación, algo que no ocurre en otras zonas de la región que son más urbanas o tienen que tienen influencia de otras comunidades. Por eso ha perjudicado mucho más en Cuenca que en otros territorios y creo que esa es una de las claves del resultado electoral. 
El nombre de Ávila ha estado sonando en todas las quinielas del equipo de Gobierno regional y parece que su futuro seguirá ligado a Cuenca. ¿A qué se ha debido? 
Juan Ávila será reconocido con el tiempo como un alcalde que aguantó el nivel de servicios en el Ayuntamiento de Cuenca contra viento y marea a pesar de todas las zancadillas que se le pusieron desde la Administración regional. Él ha tomado la decisión de seguir trabajando por Cuenca en estos momentos como han decidido los ciudadanos que es de portavoz del principal grupo de la oposición. Creo que en ese puesto va a seguir defendiendo los intereses de la ciudad y es consciente de que es su responsabilidad y por eso tomó esa decisión.
Cuando se estaba negociando la investidura del alcalde usted instó a Ciudadanos e IU para que apoyasen a Ávila para que Cuenca no se viera perjudicada por ir con el paso cambiado. ¿Ahora  mantiene la postura?
Desde el Gobierno regional desde luego no vamos a mantener, ni mucho menos, la misma actitud que tuvo Cospedal respecto de Juan Ávila. Vamos a respaldar proyectos que sean buenos para la ciudad de Cuenca porque serán buenos para la región. Unos hay que pilotarlos desde el Gobierno regional como el nuevo hospital que es un proyecto clave desde el punto de vista sanitario, para que las nuevas generaciones puedan tener una buena infraestructura sanitaria, pero también desde el punto de vista económico para recuperar la actividad en la ciudad. En estos momentos el alcalde es Mariscal pero cuando ya lo impulsamos la primera vez el regidor era Pulido. 
¿Incluye todas las áreas?
Respaldaremos todos los que se impulsen desde otras administraciones que entendamos que son buenos para Cuenca. No vamos a hacer lo que se ha hecho en otras ocasiones que porque una cosa se haya planteado desde el anterior Gobierno descalificarlo. Un ejemplo es la paleontología, creemos que puede ser una reclamo turístico importante, lo creíamos antes y lo creemos ahora, por lo que tenemos que estudiar todo el proyecto que hay sobre la mesa y en la medida de lo posible lo vamos a impulsar. Aunque tenemos algunas dudas sobre la eficacia de lo que se ha hecho pero creemos que en lo estratégico de lo que representa la paleontología para el turismo y la conservación de patrimonio en Cuenca seguiremos apostando.  
Algunos de los proyectos más importantes para Cuenca tienen que ver directamente con promesas electorales del PSOE como es el caso del nuevo hospital. ¿Tienen intención de recuperar el antiguo proyecto o comenzar de cero?
El planteamiento es claro. Hay que recuperar el proyecto que se adjudicó y cuyas obras se iniciaron en 2011. No encuentro ninguna razón por la que si el proyecto era bueno para Cuenca entonces no lo sea ahora. Puede haber quien argumente que ahora hay 12.500 habitantes menos pero es que aspiramos a frenar ese proceso de despoblamiento y a recuperar la población. Nuestro punto de partida es el proyecto de 2011 aunque se pueda revisar en el proceso de construcción.
Hablando de Sanidad, el pasado año se inauguró el Centro de Salud Cuenca IV que supuso el cierre del Cuenca III. ¿Volverá a abrir el centro de San Fernando?
Sí, hay que trabajar para recuperarlo. Como los propios nombres indican el Cuenca IV no era el sustituto del III sino un proyecto para incrementar los servicios sanitarias en Cuenca en una zona de expansión de la ciudad. Nunca se diseño para cerrar el Cuenca III sino para ampliar prestaciones por lo que hay que trabajar para recuperar el centro de San Fernando.
El PSOE se ha mostrado a favor de la iniciativa de las patronales para luchar contra la despoblación. ¿Ahora que tienen responsabilidades de Gobierno tienen previsto reunirse con la CEOE para trabajar en la misma dirección?
Ya he mantenido alguna conversación al respecto con los responsables de CEOE. Creíamos hace unos años que tiene que haber un tratamiento especial para los territorios de Cuenca, Soria y Teruel que son las tres organizaciones que están trabajando y desde el Gobierno regional pondremos en marcha todas las iniciativas que conduzcan a lograr ese tratamiento diferenciado y específico para estos territorios que tienen una tasa de población muy inferior a otros de la Unión Europea y por lo tanto tienen que tener tratamiento especial para recuperar servicios e infraestructuras.
También en la provincia hay demandas históricas como las conexiones por autovía con Albacete o Teruel. ¿Están entre las prioridades para esta legislatura?
Hay que empezar a recuperar el proyecto de conexiones, en lo que es la responsabilidad del Gobierno regional, que era la Autovía del Júcar cuyas obras estaban adjudicadas y fueron paralizadas. Es imprescindible recuperarlas o garantizar la continuidad de la A-40 hasta Teruel. Pero dicho esto, la prioridad absoluta en estos momentos del Gobierno regional es la recuperación de los servicios esenciales. 
Es el único miembro del Gobierno que también fue de la etapa de Barreda, cuando por primera vez los castellano-manchegos le retiraron su apoyo mayoritario al PSOE. ¿Qué lección ha aprendido? ¿Qué error cometieron que no hay que volver a repetir?
Son momentos distintos. No tiene nada que ver la etapa 2007-2011 en pleno apogeo de la crisis económica donde se intentó salvaguardar el nivel de prestación de servicios con al que hay en estos momentos en la que desgraciadamente se en los últimos cuatro años se ha llevado a cabo un proceso de destrucción de los servicios públicos, de eliminación de derechos sociales. Creo que al final lo que se ha aprendido es que ante cualquier crisis económica hay que tener muy en cuenta a las personas. Tienen que estar muy presentes en cualquier decisión política que se tome pero ante una crisis económica con más motivo porque al final son personas concretas las que acaban por pasarlo mal.
Usted ha conocido las mayorías absolutas como Gobierno y  como oposición. Ahora la historia ha cambiado. ¿Qué tiene de bueno y qué de malo la situación actual?
Hay un mensaje claro de los ciudadanos que pasa porque las distintas fuerzas políticas nos pongamos a dialogar. Creo que los votantes han puesto el diálogo como norma de funcionamiento en esta legislatura y, yo estoy convencido, en legislaturas futuras, tanto en la Administración regional como en muchos Ayuntamientos y casi con seguridad el próximo Gobierno de España será fruto de un pacto entre varias formaciones políticas. Es el mensaje claro para que entre todos intentemos buscar las soluciones a los problemas de los ciudadanos y eso a la larga es positivo.
El PSOE necesitaba a Podemos para la investidura de Page, pero  también para aprobar leyes o sacar los Presupuestos. ¿Cree que todo va a ir tan fluido como en este inicio de legislatura o hay riesgo de que esta relación se vuelva difícil?
Hasta ahora lo que hay es un acuerdo de investidura con una serie de acuerdos que se tienen que desarrollar en los próximos meses. Luego a lo largo de la legislatura habrá que seguir hablando y negociando pero con un planteamiento claro de recuperación de servicios públicos, derechos sociales y preocupación por las personas que peor lo están pasando hay un marco lo suficientemente ancho para entenderse con Podemos. Ése es el objetivo que nos marquemos basado en hablar mucho. Lo hicimos para la investidura y estoy seguro que lo podremos seguir haciendo a lo largo de la legislatura. 
En la gestión del nuevo Ejecutivo, ¿qué porcentaje de responsabilidad tendrá Podemos en los éxitos o los fracasos del Gobierno?
El Gobierno va a llevar a cabo el programa con el que el partido socialista se presentó a las elecciones. Es un Gobierno sustentado por el partido socialista con su programa al que se han añadido propuestas por Podemos que en absoluto chocaban y que en muchos casos estaban previstas en nuestro programa con otra denominación. 
Usted fue uno de los ‘negociadores’ con Podemos. ¿A qué les tuvo que decir que no?
Desde el primer momento la negociación fue muy franca y muy sincera. Pesó más la responsabilidad de revertir la situación que se estaba viviendo con un Gobierno alejado de la realidad social. Desde el primer momento fuimos conscientes que debíamos dejar aparcados los planteamientos que nos pudieran distanciar y centrarnos en lo que nos unía. Por eso fue relativamente fácil llegar a un acuerdo. No hubo que decir que no a nada sino ajustar algunos plazos o cuestiones en algunas de las medidas. Ellos denominaban Plan de Rescate Ciudadano y nosotros de Planes de Empleo, o Lucha contra la pobreza pero al final hablamos de lo mismo.
 
«Nosotros siempre hemos estado en contra del ATC» 
García-Page se reunirá con el ministro Soria para hablar sobre Elcogas. ¿Aprovechará para trasladarle la postura del Gobierno sobre el ATC?
Sí. La reunión es para abordar los dos asuntos. Tanto el futuro de Elcogas que es importante para una parte de la región y para el sector de las energías renovables porque es un proyecto muy innovador y España no puede permitirse el lujo de prescindir de este tipo de tecnología en estos momentos. Pero también le queremos transmitir de una manera contundente la oposición del Gobierno de Castilla-La Mancha de la implantación del cementerio nuclear en Castilla-La Mancha. Nosotros aquí hemos mantenido siempre la misma postura, siempre en contra. Quien cambió la postura fue Cospedal que votó en las Cortes que no se implantara en ningún municipio de Castilla-La Mancha y luego cuando llegó al Gobierno admitió que se implantara en Villar de Cañas. Nosotros estuvimos, estamos y estaremos en contra de la ubicación.
Teniendo en cuenta que se trata de un proyecto que puso en marcha el Gobierno socialista de Zapatero, ¿confía que se pueda detener su ubicación en Villar de Cañas?
En estos momentos hay mucha gente que no entiende que haya que tirar hacia adelante con un proyecto cuando existen muchos informes que desaconsejan la viabilidad de los terrenos donde se emplaza. Hoy en día casi todo es posible técnicamente pero es difícil de explicar que haya un sobrecoste importante de cientos de millones de euros. Ese es el talón de Aquiles del cementerio y que no cuenta con el consenso social que dijo el Ministerio. Nunca lo hubo ni en la zona ni en la región pero Cospedal por una cuestión de interés político personal cambió su postura. Estoy convencido de que ese proyecto tendrá cada vez más oposicición social en este territorio y fuera de él.
Ahora que el Gobierno está trabajando en los próximos Presupuestos Generales del Estado, ¿qué le gustaría que incluyeran?
Me gustaría que cambiaran el importe que va a figurar para el cementerio nuclear para otras infraestructuras. Espero que el único proyecto de la provincia no sea el ATC. Muchos conquenses y castellano-manchegos estaríamos muy de acuerdo si esas partidas se destinaran a comunicaciones, recuperación del patrimonio público, impulso del turismo en la ciudad de Cuenca. Eso es lo que debería figurar en los PGE para la provincia de Cuenca junto con algunas variantes en algunos pueblos que son absolutamente necesarias o la nueva comisaría para tener unas buenas instalaciones para garantizar la seguridad de los conquenses. Simplemente con que las cantidades previstas para el cementerio nuclear se destinaran a estas cosas sería una gran noticia para la provincia.