Muere la cría de oso que nació este invierno en el Parque de El Hosquillo

J. López
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La dirección de la reserva natural de la Serranía conquense confirma que el osezno pudo ser atacado por otro plantígrado debido a los celos o a la lucha por el territorio

La cría de oso que nació este pasado invierno en el Parque Cinegético de El Hosquillo, hija de los osos Ginebra y Musgo, ha muerto recientemente. Así lo confirmó el director de la reserva natural conquense, José Antonio Gil, quien explicó que «desgraciadamente, la cría de este año no salió adelante, probablemente por algún ataque de otro animal. No sabemos si de otra hembra», dijo, y añadió que «no es un hecho raro. Hay veces que la competencia entre los osos, en el término en el que están, es bastante más alta que en libertad, donde tienen hectáreas y hectáreas para cada ejemplar».
Aunque el grupo de osos existente (11 osos: cuatro adultos y siete crías) dispone de un recinto amplio, lo cierto es que «a veces las crías se malogran».
La cría, a la que se le puso por nombre Virutas, fue avistada por primera vez el 16 de abril por los cuidadores. «Se dejó de ver un par de semanas después de haberla visto nosotros, se fotografió y estuvimos con ella para alimentarla. Hemos supuesto que algún ataque de otro oso ha debido causar la baja del animal», indicó el director.
 
Ataque por celos. Gil apuntó que ese comportamiento puede deberse a los celos, «o bien del macho o bien de las otras hembras, que intenta proteger a su vez al resto de las crías, por la competencia de alimento. Intentamos distribuir la alimentación para que les llegue a todos, pero ellos tienen un espacio y compiten por ello, y la competencia es muy fuerte».
El director recordó que en pasados años «también se ha visto fugazmente alguna hembra que salía con una cría muy pequeña, uno o dos días, y posteriormente no se le ha visto más», y relató que al inicio de la primavera, cuando las crías salen de las oseras, «son muy pequeñas y muy vulnerables. Es muy común que para defenderse trepen por los árboles, porque tienen esa capacidad. Eso es lo que hace que sobrevivan o no». Sin embargo, y cuando se hacen mayores, «no es que pierdan el instinto, es que ganan peso y les resulta más complicado subir. Cuando las crías son pequeñas y se ven presionadas, la hembra se queda abajo o le hace correr al adulto para distraerlo, mientras las crías se suben a las ramas más altas del árbol. Es para verlo, en dos o tres segundos ves a la cría en el suelo y arriba».
Esa sería una de la posibles razones de la muerte de la cría, «que era muy pequeña de tamaño y probablemente no haya tenido ese instinto de huir o de subirse a un árbol. Le ha podido atacar otro animal y ya no la hemos podido ver más».
 
6.000 visitantes. Por otra parte, el director del parque confirmó que desde la apertura del centro para la llegada de visitas, a mediados de marzo, han pasado cerca de 6.000 visitantes, a falta de los meses de julio y agosto (El récord de visitas es de 12.000 personas al año). «En esta temporada esperamos algunas visitas más. Por los turnos reducidos que tenemos, tan sólo 70 personas, creemos que no será un aumento espectacular, pero sí que habrá una ligera subida», destacó el director.
El parque estará abierto en agosto de martes a domingo. Para ello, el visitante debe reservar su entrada en la web (www.parqueelhosquillo.com).
 
Dos nuevos lobos llegarán desde un centro andaluz. El Parque del Hosquillo tramita la incorporación de dos nuevos lobos ibéricos, macho y hembra, tras la muerte la pasada semana del último cánido que se hallaba en la reserva natural. «Había cumplido ya 15 años y el animal estaba ya un poco débil y bastante mayor», explicó Gil, que detalló que existen unos contactos con un centro de Andalucía para la llegada de los nuevos ejemplares.
 
A falta de la petición oficial por parte de los nuevos cargos de la Consejería de Agricultura, los ejemplares podrán ser trasladados para ocupar el recinto destinado para ello. «Tenemos apalabrado una pareja de lobos jóvenes para que, eventualmente, pudieran criar en un futuro dentro del recinto que tenemos aquí. Sería algo interesante el poder criar, para acceder a otros centros de España, o para tener algún ejemplar nosotros», dijo el director del parque cinegético, que matizó que tras contactar con varios centros nacionales «he constatado que hay una cierta escasez de individuos reproductores de lobo ibérico en cautividad ahora mismo, en los distintos parques, zoológicos y centros de todo tipo. Ha costado un poco, ha sido trabajoso encontrar repuesto porque no es muy habitual la cría y tiene sus dificultades. Existen lobos europeos, boreales o otras subespecies que no son la nuestra».
El lobo fallecido, que fue sometido a una operación quirúrgica hace un año de un tumor, sufría depresión   por la muerte de su pareja, una loba de 17 años que murió un año antes. «Estos lobos, los que hemos tenido hasta ahora, venían de un centro de Albacete, cuya procedencia genética era de las manadas que manejaba el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente», explicó Gil, que comentó que los lobos que pueden venir al parque conquense «están relativamente acostumbrados a los seres humanos, pero claro, el lobo es un animal muy huidizo y esquivo. Veremos si se adaptan a nuestro recinto».