Al parque de Santa Ana sólo le faltaba el mar, durante la final de su concurso de esculturas de arena, para que los asistentes se sintieran en pleno paseo marítimo de la Costa Brava. «¡Menuda calorina!»  resoplaban algunas de las asistentes, a falta de cadenetas de olas y de la brisa marina, Cuenca era ayer arena y lienzo de artistas.

María del Mar Moreno es una de las organizadoras del concurso de esculturas que se celebró en la ciudad desde el miércoles. El certamen terminó ayer en una bonita final en la que la imaginación de los niños se desbordó gracias a la arena. Sus pensamientos y gustos se materializaron en dragones, mariposas, piragüistas, muñecos de Los Simpsons y clásicos castillos. Los más expertos, con palas y sprays de colores; y los primerizos, con las manos como si estuvieran a las orillas del mediterráneo. Todos dieron lo máximo de sí mismos y convirtieron Santa Ana en un cuento arenoso. El concurso se organiza, como cada año, para niños de ocho a catorce años y el primer día contó con 13 participantes y el segundo 22. Aunque las edades entre los concursantes de la final fueron de lo más dispares, la organización señala que hay una mayoría de niños son menores de 12 años ya que, como aseguran, «los más mayores no participan y deberían de seguir animándose». Pero en toda regla existe una excepción y en la jornada de ayer fue la ganadora del concurso Paula Serrano. Con sus 14 años se hizo con el primer premio gracias a la escultura de un dragón que protegía sus huevos. «Quiero representar que no todo lo malo es tan malo», argumentó. Esta ganadora, que maneja con maestría el modelaje de la arena, lleva participando en el concurso desde que pudo hacerlo, algo que ahora recuerda con nostalgia, ya que ésta ha sido su última competición.

En la última fase del concurso, se aunaron los diez mejores participantes de las ediciones del miércoles y el jueves. «El primer día hubo trece y nos fue más fácil seleccionar», explica la organización. 

Los premios de ayer, gentileza de Coca-Cola, fueron un notebook y una toalla de la multinacional, para la primera ganadora. El segundo premiado recibió una maleta y su correspondiente toalla y el tercero una toalla y bolsa de deporte. Además de Paula Serrano, ganadora del concurso 2014, quedaron en segunda posición Javier Ruiz, y su escudo de Cuenca, y en tercer lugar Susana Rodríguez por su piragüista. 

María del Mar ha organizado este concurso en otras ocasiones y señala que no hay una gran variación respecto al número de participantes. Ante la realidad de que el primer día hay menos gente, los organizadores señalan que el problema tal vez sea por falta de publicidad. «Estamos pensando en poner carteles pro todo el recinto unos días antes para que los niños se acerquen y se apunten. Esto está organizado para que participen unas 30 personas por día y no ocurre», replica. 

La creatividad era de lo más variado, desde dragones y luminosas fantasías, a espíritus más patrios, como la creación del segundo ganador, que realizó el escudo de la ciudad de Cuenca acompañado de un letrero, ‘Ferias de San Julián’. 

Nieves Mohorte, concejala de Festejos, se alegró mucho de la gran aceptación que tiene este concurso. La concejala resaltó el buen nivel de las esculturas y quiso felicitar, al final del acto, a todos los niños que habían participado a lo largo de los tres días que duró el concurso.