Ya hay documento de base del Acuerdo por la Paz y la Convivencia, una iniciativa del vicepresidente segundo de la Junta, José García Molina, que busca por un lado liberar de estigmas a determinados sectores de la población y por otro evitar la radicalización que lleva al terrorismo. «Ayer pudimos enviar un correo electrónico a todas las asociaciones con las que nos hemos reunidos, once organizaciones sindicales y 53 partidos o agrupaciones políticas que tienen implementación en el territorio a nivel regional y local», señaló en referencia al envío que hizo el miércoles.
Ahora aguarda su respuesta y visto bueno para poder firmar el Acuerdo Estratégico y así empezar a poner en marcha las medidas. Por un lado espera tener un apoyo unánime o cuanto menos de una mayoría que roce esa unanimidad. No entendería, por ejemplo, que no estuviera el PPen esa firma aunque los populares han sido muy críticos con el hecho de que García Molina haya asumido competencias en un ámbito que tiene bastante que ver con la lucha antiyihadista.
El Acuerdo se vertebra en tres ejes, proyectos de cohesión social, fomento de la cultura de derechos humanos y convivencia religiosa. Respecto a este último punto, destacó que la educación debe ser clave. «Una de las cosas planteadas en la mesa y que he hablado con el consejero de Educación es implementar estudios de otras religiones, de otras confesiones religiosas, como se hace en otras comunidades», apuntó. Y no solo como una asignatura, sino que cree que se puede hacer mucho con actividades formativas en institutos, en centros sociales o de protección de menores.
En cuanto a los plazos, le gustaría que se firmase antes del verano. Así lo dijo, pero teniendo en cuenta que el verano empezó ayer se supone que García Molina se refiere a que quiere la firma antes de que lleguen las vacaciones. De todas formas, dice que prefiere que se retrase si es para lograr un mayor consenso. Reconoció que Europa ha dado directrices al respecto y que «hace años están funcionando en otros países». Asume que en España «va con cierto retraso» y que en Castilla-La Mancha también, en comparación con el conjunto del país.

Los tres ejes

Cohesión social
El vicepresidente segundo explicó que uno de los tres ejes del acuerdo es la cohesión social. Explicó que es un «elemento preventivo al proceso de radicalización». Aquí se incluye una propuesta concreta como es la creación del Observatorio de Derechos Humanos y Política de Igualdad en Castilla-La Mancha.

Convivencia religiosa
Este es otro de los ejes del acuerdo. «Hay una pluralidad de creencias, de confesiones y también hay muchas personas que no tienen ninguna», expuso José García Molina, «pero no tiene que ser óbice para que se dé un diálogo en convivencia». El vicepresidente se ha reunido con representantes de la Iglesia y el Islam.

Cultura democrática
El tercero de los ejes persigue la «promoción de la cultura de los derechos humanos, de valores y procedimientos democráticos». José García Molina subraya este objetivo también como uno de los tres pilares en los que se sustenta el futuro Acuerdo por la Paz y la Convivencia de Castilla-La Mancha.