Prieto despide los campamentos de la Fuente de las Tablas

Redacción
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El presidente de la Diputación destacó el servicio que presta la instalación a los niños de la provincia, a los que transmite valores de convivencia y además enseña a respetar la naturaleza

El presidente de la Diputación Provincial, Benjamín Prieto, acompañado del responsable de Deportes, Óscar Pinar, visitaba esta semana el albergue Fuente de las Tablas, para despedir al último grupo de campamentos de verano de este año, que abandonarán la instalación de la institución el próximo lunes, día 20 de agosto. “Un año más he tenido la suerte de poder acompañar a los niños y niñas que vienen a este albergue de la Diputación Provincial. He tenido la oportunidad de visitarlo recientemente en alguna ocasión más, pero estos momentos son muy especiales, de balance de una extensa y completa temporada que ha sido todo un éxito”, declaraba Benjamín Prieto. Quiso hacer hincapié, el presidente, en el “extraordinario servicio que presta el albergue ya que cada año son más las solicitudes de inscripción y el interés que despierta”. Y es que, contaba Prieto, “me recorro la provincia a menudo y en casi todos los pueblos encuentro a algún niño que me cuenta que ha estado en este albergue o también que se lamenta de no haber tenido la suerte de venir a uno de los campamentos. Tenemos algo más de 350 plazas para más de 700 solicitudes y no las podemos atender a todas”. Esto demuestra, a juicio del presidente provincial, que “es un servicio que cumple con creces su cometido, que es amplio ya que aúna el disfrute, el ocio de los niños, con los valores de la convivencia, el trabajo en comunidad y también con las enseñanzas de cómo conocer mejor nuestros recursos naturales y también cómo cuidarlos”. Así, no se olvidaba el presidente de quienes hacen posible que, cada verano, el albergue sea uno de los lugares más cotizados por los niños de la provincia de Cuenca para pasar unos días que son los técnicos del servicio de deportes de la Diputación, las personas encargadas de su gestión y, por supuesto, los monitores “que dedican todas las horas del día a cuidar a los grupos que por aquí pasan”.