La evolución del mercado laboral en el ámbito cultural de Castilla-La Mancha es de todo menos estable.  Basta con ver lo que ha pasado en los dos últimos años con datos cerrados, tal y como recoge el Anuario de Estadísticas Culturales. En 2016 los puestos de trabajo se dispararon, pasando de los 14.600 a los 20.000. Sin embargo en 2017 se perdieron 2.200 empleos, quedando en los 17.800. Es decir, en solo un año se perdió el 10% del ‘empleo cultural’ de la región. Por eso Castilla-La Mancha ha dejado de representar el 2,7% del empleo cultural del país a un 2,3%.

Echando a la vista atrás hasta el comienzo de la década se ven también fluctuaciones. En 2011, en plena crisis, había 13.100 empleos del ámbito cultural. En 2012 se perdieron 1.300. En 2013 se crearon 1.900. En 2014 subieron en 1.100. Y en 2015 volvieron a bajar en 200.

Sin embargo, todas estas oscilaciones no se traducen en el número de empresas culturales, cuya evolución arroja una tendencia positiva y de crecimiento moderado año tras año. A partir de 2013 no han dejado de subir las cifras, primero pasando de 2.921 empresas a 2.975 y así poco a poco hasta que en 2016 se llegaron a las 3.204 y el año pasado se sumaron otras sesenta más, de forma que ya están en las 3.264.

Por tipología destacan las 904 sociedades dedicadas a las actividades de diseño, creación, artísticas y de espectáculos. Le siguen, con 460, los negocios vinculados a la fotografía y con 413, los que se engloban en artes gráficas y reproducción de soportes gravados. Por encima del centenar están las empresas de actividades cinematográficas, de vídeo, radio, televisión y edición musical (143), las 134 de edición de libros, periódicos y actividades editoriales y las 133 del ámbito de la traducción e interpretación.

Tienen menor presencia las empresas relacionadas con bibliotecas, archivos o museos (99), las de educación cultural (50), las de fabricación de artículos de joyería y similares (26) y las que fabrican soportes, aparatos de imagen y sonido o instrumentos musicales (17). Hay dos tipologías en las que no aparece ninguna empresa con sede en Castilla-La Mancha: las agencias de noticias y las de edición de videojuegos.

Otro de los datos llamativos del Anuario de Estadísticas Culturales es el del gasto que realizan los castellano-manchegos en cultura a lo largo del año. En 2017 estuvieron ahorrativos, con una media de 240,1 euros por habitante. Fueron 20 euros menos de gasto que el año anterior, aunque la cifra es mejor que las que se alcanzaron desde 2012 a 2015.

El gasto medio por habitante coloca a Castilla-La Mancha muy atrás en la lista de comunidades autónomas. Es la segunda que tiene un gasto más bajo. Los castellano-manchegos solo superan a los extremeños (con 226,9 euros). Además la región ha perdido un puesto, porque los empadronados en Galicia han adelantado a los castellano-manchegos. Los que más gastan son los madrileños, con 347,2 euros al año. Superan en más de 100 euros la media de los habitantes de la región.

La mitad del gasto a móvil e internet. De las cuatro áreas en las que se divide el gasto cultural de los castellano-manchegos, hay una que se lleva casi la mitad. De los 240 euros de gasto al año, 101 van a telefonía móvil y servicios relacionados con Internet. Aquí entran tanto el servicio de comunicación en sí, como cuotas y suscripciones de radio y televisión.

El segundo de los apartados que se lleva más gasto por parte de los castellano-manchegos es el que se dedica a soportes, equipos y accesorios audiovisuales y de tratamiento de la información, con una media de 55,6 euros al año. Fuera del ámbito más tecnológico quedan los dos apartados que representan un menor gasto: los servicios culturales, con 44,8 euros al año (aquí entran cine, teatro, museos o servicios fotográficos) y el gasto en libro y publicaciones periódicas, con 38,9.

Se reducen en 90.000 los viajes culturales por la región

Castilla-La Mancha perdió la barrera del medio millón de viajes que se han hecho por la región con motivo cultural. La consiguió en 2015, con 514.500, la acrecentó en 2016 con 554.900, pero en 2017 hubo 90.000 menos y se ha quedado en 464.000. Con todo, la región se afianza como el sexto destino del país en cuanto a viajes culturales, por delante de otras regiones muy turísticas, pero que tiran más del sol y playa como Baleares, Canarias, Murcia o Comunidad Valenciana. Puestos a ser ambiciosos, Castilla-La Mancha todavía tiene margen de mejora para acercarse a las cifras de la otra Castilla, que en 2017 superó los 850.000 visitantes y un año atrás llegó al millón.

Los datos de viajeros culturales que ofrece el Anuario de Estadísticas Culturales solo recoge desglosado por regiones a los residentes en España. Lo que sí especifica es el gasto medio por viaje. En Castilla-La Mancha está en 209,4 euros y es, por tanto, la región más barata. Solo se le aproxima Aragón con 216,4 euros.

En cuanto a los castellano-manchegos que hacen viajes culturales, fueron 458.600 en 2017,  casi una cuarta parte de la población. Bajaron en 120.000 en comparación con 2016.