«Los grupos más vulnerables están en una situación peor»

Jonatan López
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Entrevista con José Martín Valliriaín, director de Cáritas Cuenca

«Los grupos más vulnerables están en una situación peor» - Foto: Reyes MartÁ­nez

Cáritas Diocesana de Cuenca presentó esta semana el balance anual de su actividad  asistencial a las personas y a las familias más desfavorecidas de la provincia. Los datos son concluyentes, de enero a noviembre se han atendido a 916 hogares en situación de exclusión social y 368 personas sin hogar fueron auxiliadas en el Centro de Alojamiento de Urgencia de la capital.  Precisamente, y con la intención de concienciar y sensibilizar a la población,  la organización caritativa organiza en estos días varias actividades para divulgar las numerosas acciones que se efectúan al año y recaudar fondos que serán destinados a los ciudadanos más necesitados.

Cáritas Cuenca, que cuenta con 26 centros parroquiales en la provincia, alerta de que en 2018 se han destinado recursos de urgencia para abonar los gastos de alquiler, luz o gas de familias en grave situación económica. Las mujeres mayores de 45 años, hogares con hijos pequeños, familias monoparentales e inmigrantes son los colectivos más afectados por la situación económica. Y es que, en los últimos tiempos, «se ha producido un empeoramiento de las condiciones de vida», señalan desde la asociación humanitaria. Su director, José Martín Valliriáin, analiza la situación que viven las personas más necesitadas del territorio conquense.

En breve cumplirá dos años al frente de Cáritas Cuenca. ¿Cuál es el balance de este tiempo de trabajo?

Es muy positivo. Para mí ha sido darme cuenta de algo de lo que no era consciente, otra forma de ver las cosas. Poder trabajar en este proyecto es un privilegio y también disponer de un equipo de gente fabulosa que me acompaña. Cierto que es mucho trabajo, pero cuando estas motivado en algo le dedicas más tiempo. 

Creo que hemos hecho muchas cosas positivas. Cambiamos los estatutos de Cáritas, tenemos un equipo directivo que es colegiado, toma las decisiones colectivamente y se reúne todas las semanas. El equipo directivo y los tres responsables de área conocen todos los temas y se ponen encima de la mesa.

Cáritas Cuenca presta una especial atención a la Acción en el Territorio,  la Inclusión Social de los mayores, la Economía Solidaria, y el Voluntariado y la Cooperación. ¿En qué área han reforzado sus estrategias a lo largo de este 2018?

Todas las áreas son importantes pero la Economía Solidaria tiene que ver mucho con la salida de las personas más vulnerables de la situación en la que se encuentran. Cáritas Diocesana de Cuenca es agencia de colocación y durante el año 2018 se han atendido a 740 personas. Una de las facetas más importantes es el centro de formación, ya que para salir de esa situación es necesario formarlas. Un total de 109 personas han utilizado el servicio de formación de Cáritas y eso ha originado 115 contratos de trabajo.

El centro de formación lleva funcionando varios años, pero desde hace dos somos medio oficial de formación de la Junta de Comunidades. Por poner un ejemplo, el 80 por ciento de las personas que recibieron el curso de atención sociosanitaria encontró trabajo. Además, se han realizado cursos de certificación de profesionalidad de empleo doméstico, reciclaje de ropa, mantenimiento de edificios y carpintería, pero el bajo tejido empresarial dificulta mucho que las personas puedan encontrar un trabajo decente.

¿Qué perfil de personas están realizando este tipo de cursos?

En el caso de los talleres de atención sociosanitaria y empleo doméstico, son trabajos que históricamente están relacionados con la mujer. Los hombres que realizan estos cursos también tienen una inserción del cien por cien. Al haber pocas personas de ese perfil son bien considerados por las empresas. En los cursos de mantenimiento de edificios y carpintería predominan los hombres.

¿Cómo se está desarrollando el plan de acompañamiento social profesionalizado que se lleva ejecutando desde hace tres meses, junto con el Consistorio de la capital, con personas que viven en la calle?

Este programa se hizo y se estableció por iniciativa del Ayuntamiento, que nos encargó la gestión. Buscamos dos técnicos muy buenos para que hiciesen esa tarea, la de visitar continuamente a las personas que están en la calle y que por diferentes motivos no acuden al albergue. La sorpresa ha sido muy buena, porque ahora mismo tenemos una fotografía de las personas que hay, cerca de 30, y que la mayoría son de Cuenca. A pesar de que se piense lo contrario son de aquí y tienen, fundamentalmente, problemas de adicción. Acuden al albergue a servicios puntuales como puede ser ducharse o comer, y alguno que otro se ha quedado a dormir. 

Precisamente, en su último informe anual constatan el incremento de la ocupación en el Centro de Alojamiento de Urgencia, el Albergue de Transeúntes, y los cuatro pisos para alojar a familias en situación límite están ocupados. ¿Se está agravando la situación de pobreza? 

El informe Foessa de 2018 determina que el 26 por ciento de las familias de Castilla-La Mancha están en riesgo de pobreza. Si hablamos de colectivos con mayor dificultad y en riesgo de exclusión social, el perfil es de una mujer española, mayor de 45 años, familias con menores a cargo y también los inmigrantes. Si hablamos de familias monoparentales, el riesgo de llegar a esa situación es aún mayor. Es hasta tres veces más posible que caigan en una situación de exclusión social las personas que no tienen formación. Hablamos de que Castilla-La Mancha y la provincia tienen una de las tasas más altas a nivel estatal.

¿Que colectivo es el que tiene una situación más delicada?

Las personas inmigrantes son mucho más vulnerables. Hablamos de personas solicitantes de asilo que no tienen posibilidades de poder trabajar, porque están en esos primeros seis meses que tienen permiso de residencia pero no de trabajo. La cobertura de esas familias es del cien por cien porque no tienen nada, ni con qué cubrir sus necesidades básicas. Ahora mismo hay ocho familias en lista de espera para poder entrar en los pisos. Eso es mucha gente. 

¿En qué medida son fundamentales los voluntarios que colaboran día a día en Cáritas Cuenca? ¿Sería necesario llamar la atención de la ciudadanía para que se sume más gente al voluntariado? 

Las acciones que llevamos a cabo serían inviables sin los voluntarios. Nuestro capital humano es la gente que desinteresadamente emplea su tiempo en los más vulnerables. Este es un tema que cuidamos muchísimo y tratamos que de todas las manera posibles se forme a nuevos voluntarios y que se sientan integrados dentro de la organización. Creo que lo estamos consiguiendo mediante labores de sensibilización en las distintas parroquias. En la provincia también tenemos la intención de potenciar la presencia de Cáritas Cuenca. Estamos trabajando mucho en ese sentido y poco a poco hemos ido abriendo delegaciones, caso de Arcas y Minglanilla. Se trata de que el voluntario se sienta integrado, formado y acompañado.

¿Cuántos voluntarios tiene la organización en la actualidad en la provincia?  En estos momentos hay 320 voluntarios. Para tener una idea de conjunto, estamos hablando que en España hay 84.000 voluntarios.

Se habla de la salida, poco a poco, de la crisis económica, pero dada la necesidad imperiosa que existe ¿a qué se debe el incremento de la pobreza? 

En los centros residenciales tenemos a gente en lista de espera. Los grupos más vulnerables están en una situación peor aún de la que estaban hace años. Hay una España a dos velocidades, con una clase social media que tira hacia adelante, pero por otro lado hay una clase social baja que va hacia atrás.

Un estudio de Cáritas Española detecta que la desigualdad está enquistada y, además, España es uno de los países con más desigualdad dentro de la Unión Europea. La recuperación no ha llegado a todas las familias y el mercado laboral no asegura unas condiciones para tener una vida digna. La alta temporalidad, los trabajos a tiempo parcial y los salarios mínimos hace que todo esto redunde en esa situación de precariedad.

¿En que grado colaboran las instituciones conquenses, entidades financieras y asociaciones empresariales con Cáritas?

La colaboración es constante y además muy buena. Resaltaría que la relación con la administración, tanto la autonómica como la provincial y la local, es excelente. Tenemos un vínculo continuo en todos los proyectos. 

Por otro lado, hay que agradecer a Globalcaja y a otras entidades financieras de Cuenca que nos facilitan recursos desde la sensibilidad y el compromiso.

Con el sector empresarial tenemos una campaña iniciada. No se hace en dos días, ya que hay que hacer muchas visitas, pero sobre todo se trata de incrementar la confianza que ese tejido pueda tener en Cáritas. En estos dos últimos años nos hemos dedicado a hacer visible la labor que hacemos, que es fundamental. En la medida que seamos capaces de divulgar esa labor y que haya una mayor conciencia de lo que Cáritas hace y representa dentro de la Diócesis, habremos conseguido una parte importante para captar nuevos socios y que se comprometan más directamente con nuestra labor. 

Los ciudadanos deben ser conscientes del trabajo que se está haciendo y de la ayuda que se necesita. Cuando uno es consciente de algo puede comprometerse a mucho más.

¿Es la sociedad conquense consciente y sensible de las necesidades que tienen muchos ciudadanos? ¿Coopera en la medida de sus posibilidades durante todo el año y no sólo en estas fechas?

La sociedad es muy solidaria y no echa la vista atrás cuando hay una situación de emergencia. Por poner un ejemplo, en el mismo día que se produjo el terremoto de Indonesia ya vino gente a dar su donativo específico. Todo es mejorable, pero en la medida que nosotros seamos capaces de hacer visible los que hacemos y de comprometer a las personas, cada vez habrá una mayor concienciación de la sociedad conquense. 

A corto y medio plazo creemos que lo vamos a conseguir. Seguiremos trabajando para que las personas mejoren la situación en la que se encuentra y que no haya injusticias. 

¿Qué objetivos y retos plantea Cáritas Cuenca de cara al próximo ejercicio?

Lo más importante para nosotros es mantener los proyectos, potenciar en todo lo que se pueda la formación y favorecer la participación del tejido empresarial de Cuenca en el compromiso con Cáritas. Así podremos tener más donantes, más socios y efectuar más planes. Es decir, nuestra idea es aumentar nuestros recursos para tener proyectos propios que podamos desarrollar y que contribuyan a mejorar las condiciones de las personas más desfavorecidas, con independencia de los que realizamos a través de las administraciones públicas.