El Ciudad Encantada acusa el desgaste físico frente a un Sagunto más firme y compacto (23-28)

Héctor Madrigal
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Los pupilos de Lidio, con Balaguer y Renaud como puntales ofensivos, acabaron desfondados ante la intensidad de los rojiblancos en su estreno en El Sargal • El empuje de Plaza, Malasinskas y Bernatonis frustró la reacción del GlobalCaja

El pivote manzanareño Rubén Marchán intenta lanzar a la portería del Puerto Sagunto. - Foto: Reyes Martínez

El Puerto Sagunto amargó el estreno en casa de un Ciudad Encantada que alimentó sus dudas de pretemporada. La escasa aportación de los hombres de banquillo, el desgaste acumulado y la clase de Malasinskas, Bernatonis y Plaza fueron una losa demasiado pesada.
 
Con una puesta en escena cargada de intensidad, los guerreros de Lidio comenzaron muy fuertes. La primera parada del veterano Bruixola a Sau no amilanó al GlobalCaja, que dio el primer golpe a su oponente por medio de Renaud.
 
Sin apenas respiro, Oliva se lució en la portería y permitió que Pérez-Ortiz aprovechara una contra para anotar el 2-0. Otro gol del lateral francés (3-0) hizo saltar las alarmas en el conjunto rojiblanco, que no superó la férrea defensa 6-0 de los locales hasta el minuto cinco.
 
Sagunto se hizo fuerte atrás y encontró al pivote ciudadrealeño Nacho Plaza, su gran referencia en los seis metros, para empatar el partido y llevar la incertidumbre a las gradas de El Sargal, que volvió a lucir sus mejores galas.
 
La casta y el orgullo de los de Cuenca les permitieron reponerse tras cinco minutos sin ver portería. La experiencia de ‘Tibu’ Valles resultó determinante en esos instantes críticos. Pero los pupilos de Patxi Martí, con un Bruixola incombustible bajo palos, respondieron al instante. La exclusión de Frade, la calidad de Bernatonis y el talento de Plaza cambiaron el decorado de un envite eléctrico, repleto de emoción y buen balonmano (4-5).
 
El extremo catalán David Balaguer asumió los galones del Ciudad Encantada, aunque los lituanos Bernatonis y Malasinskas dieron un paso al frente para poner contra las cuerdas a los conquenses (6-9).
Cuando el temporal amenazaba tormenta, los locales se encomendaron, de nuevo, a Balaguer. El barcelonés lideró un parcial de 4-0 que hizo soñar a los castellano-manchegos (12-11). Sin embargo, el Fertiberia no se descompuso y encaró el túnel de vestuarios con ventaja (12-13) gracias a la mayor aportación de su banquillo. 
 
Bajón. El inicio del segundo acto resultó un mero espejismo. Balaguer empató el choque, pero Sagunto rentabilizó las exclusiones de Frade y Moya para abrir brecha y marcar su territorio (13-16). 
 
El GlobalCaja recuperó su mejor versión y combatió la adversidad desde la defensa (16-17). Las paradas de Oliva insuflaron oxígeno a un grupo que peleó hasta la extenuación y niveló la contienda por mediación de Frade (17-17).
 
La irrupción de Víctor Álvarez y Tarrasó, ambos con dos goles, y los errores desde los siete metros de Pérez-Ortiz y Balaguer despejaron el camino a los visitantes (19-23) a 10 minutos del final. Ahí se acabó la gasolina de los conquenses.
 
A la desesperada, el Ciudad Encantada buscó una heroica que no fructificó pese al empuje de Renaud. Toca reaccionar en Huesca.