Rosell valora el esfuerzo de la CEOE en el pacto salarial

SPC
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La patronal defiende que son los empresarios los que va a pagar las nuevas mejoras retributivas de los empleados y se posiciona contraria a destopar las cotizaciones e implantar nuevos impuestos

La Junta Directiva de la CEOE dio ayer su visto bueno por unanimidad al acuerdo de negociación colectiva 2018-2020 alcanzado ayer entre las organizaciones empresariales y los sindicatos CCOO y UGT, que contempla un alza salarial anual de hasta el 3% en su período de vigencia. 

El representante de los empresarios, Juan Rosell, destacó el «importante esfuerzo» que realizan los industriales en este acuerdo para «hacer una mejor sociedad convencidos de que es bueno para las empresas y para los trabajadores y mejorará la expansión nacional». 

El presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, por su parte, fue un poco más allá al recordar que la subida salarial pactada «se hace con el dinero de las empresas». «Es un esfuerzo que se hace con nuestro dinero y eso no hay que olvidarlo», subrayó. 

Rosell resaltó que da «estabilidad y tranquilidad» al firmarse por tres años y reconoció que, aunque se ha aprobado por unanimidad en la Junta, no es el acuerdo que la patronal española hubiera escrito. 

Sin embargo, insistió en que todas las partes eran conscientes de la necesidad de entendimiento y de que los empresarios no podían firmar cosas distintas a lo que ya están recogiendo algunos convenios. «Sería una contradicción», afirmó. 

Sobre la recomendación de ir progresivamente a un salario mínimo de convenio de 14.000 euros (1.000 euros mensuales netos por 14 pagas), la CEOE subrayó que, dentro de las posibilidades de las compañías, ésta es una medida «razonable para dar un empujón» a las retribuciones más bajas.

Garamendi aprovechó para lanzar un mensaje a las administraciones públicas que subcontratan servicios (por ejemplo, la limpieza o la seguridad) mediante contratos públicos «a la baja», donde los sueldos negociados son muy precarios. 

Pero más allá de las cifras de la negociación, los dirigentes empresariales pusieron el acento en temas que consideran cruciales para el futuro como la lucha contra la economía sumergida y el absentismo injustificado y la formación. Sobre la igualdad, el presidente de Cepyme defendió que quieren hablar de este tema «desde la negociación colectiva y no desde la ideología ni la demagogia». 

Sobre los planteamientos del actual Gobierno de destopar cotizaciones sociales o subir impuestos para mejorar los ingresos de la Seguridad Social y hacer viable el sistema actual de pensiones, Garamendi fue tajante al declarar que a los empresarios no les gustan ninguna de las dos medidas. 

«Cualquier subida de impuestos no nos gustaría absolutamente nada», remarcó el líder de Cepyme, que suena para suceder a Rosell en la Presidencia de la CEOE a partir del próximo mes de diciembre. 

En esta línea, Cepyme advirtió de que destopar las cotizaciones sociales «rompería el propio criterio de la Seguridad Social y restaría competitividad a las industrias». 

«No carguemos permanentemente a las empresas costes, gastos, impuestos...», concluyó.