Elisa Terroba, licenciada en Bellas Artes por la UCLM, inauguró ayer en el Centro de Arte Contemporáneo de la Fundación Antonio Pérez Bestiario, una exposición en la que muestra una selección de libros customizados pertenecientes a una serie en la viene trabajando en los últimos siete años.
Según explica la artistas, esta exposición surge ante la necesidad de reparar en que el libro, como soporte de conocimiento, ha perdido peso en la sociedad actual a favor de los formatos digitales. Por eso, los libros que utiliza como lienzos para su trabajo artístico «mutan» en una metáfora de esa, cada vez mayor, brecha digital.
«La metodología de ruptura estructural del libro genera formas mutantes que nos recuerdan la realidad híbrida que vive en la actualidad el libro», afirma Terroba mientras exhibe unos volúmenes convertidos en piezas únicas de arte después de explotar sus aspectos táctiles y la multidimensión de sus formas y espacios.
Para esta transformación, o transfiguración, la joven artista no duda en troquelas los volúmenes, quemarlos, doblarlos o cortarlos para demostrar que, a pesar de su fragilidad, suponen uno de los modelos más estables para el archivo de la memoria.
Precisamente por ese motivo, Elisa Terroba cree que «al igual que la fotografía no sustituye a la pintura, ni la fotografía digital a la analógica, el libro digital no sustituirá al libro en papel».
La artista. Elisa Terroba (Arriate, Málaga, 1986) es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Castilla-La Mancha en 2011. En 2014 cursó un máster de arte contemporáneo sobre creación e investigación en la Universidad de Vigo.
Es una artista del lenguaje. Desarrolla su trabajo en torno al código, su construcción y su deconstrucción para cambiar los discursos y, con ellos, las diferentes formas de pensar.
Durante su etapa como estudiante en la capital conquense expuso en varias ocasiones como miembro del colectivo Pisopasillo. Actualmente coordina el festival de arte emergente Ciudad de Cuenca.
Además de en la Fundación Antonio Pérez, el trabajo de Terroba se puede ver en estos momentos en la galería La gran, de Valladolid; y forma parte de las colecciones de la Biblioteca Nacional o la Casa de Velázquez en Madrid.