«Millares fue heredero de Goya al representar los vapuleos sufridos por el ser humano a lo largo de la historia»

Manuel Pérez
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El crítico de arte Alfonso de la Torre publica la obra 'Manolo Millares, la atracción del horror' (Genueve ediciones), en la que aborda las relaciones del pintor con la historia de su convulso tiempo y su influencia en la pintura.

 
Después de realizar el catálogo razonado de la obra de Manolo Millares por encargo de la Fundación Azcona en 2004 y de publicar varias obras sobre el artista canario –entre ellas Manolo Millares, vestigio y ceremonia o Millares hoy (Museo Salvador Victoria, Rubielos de Mora)–, el crítico de arte Alfonso de la Torre aborda las relaciones del pintor con la historia de su convulso tiempo y su influencia en la pintura en el libro Manolo Millares, la atracción del horror (Genueve ediciones).
¿Qué le ha movido a volver a escribir sobre Manolo Millares?
Se trata de una obra libre, en la medida que no nace por un encargo o por las exigencias que, con motivo de una exposición, obligan a desarrollar la cronología del pintor, su vinculación artística, su presencia en el grupo El Paso, el desarrollo del informalismo o su muerte temprana. 
Se ha destacado la figura de Manolo Millares como uno de los artistas más reconocidos de España en la segunda mitad del siglo XX después de grandes como Miró, Picasso o Dalí; y también se han hecho catálogos razonado de su obra, exposiciones retrospectivas, … pero nunca se había abordado una cuestión que es capital para entender su obra como es la relación que existe entre ésta y el mundo en que vivió, caracterizado por las secuelas de la Guerra Civil española, el nuevo estatus político imperante en España, la Europa devastada por la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y la amenaza nuclear. Todo esto es fundamental para comprender la obra de Millares, más allá del mero análisis estilístico y formal.
¿De qué método parte su análisis?
Tomé como modelo un libro que se realizó sobre Francis Bacon cuando la galería municipal de Dublín, The Hugh Lane, realizó una exposición que recogía muchos de sus documentos. Bacon, como Millares y otros muchos artistas que trabajan en torno al ser humano se abastecían de imágenes. En el caso del pintor canario éstas procedían de periódicos nacionales o internacionales; y normalmente eran imágenes relacionadas con los temas mencionados anteriormente y que le impresionaban por su horror. Así, el libro parte de la imagen de Benito Mussolini y Clara Petacci colgados en la plaza de Milán en 1945, y repasa otras muchas imágenes que le sirvieron como fuente de inspiración.  
¿Podemos hablar de una etapa negra, como la de Goya, en la pintura de Manolo Millares, un pintor que comenzó pintando paisajes, figuras y retratos?
Millares comienza a pintar encuadrado en lo que se denomina el academicismo canario, influido por la presencia de la importante escuela de acuarela. Pero tras entablar contacto con la península en los años 50, se convierte en un pintor abstracto. Hay que tener en cuenta que murió sin haber cumplido los 47 años y desarrolló su carrera artística en apenas 20, por lo que se puede decir que es un pintor concentrado que dejó lo accesorio para concentrarse en lo que él consideraba fundamental, que era la representación del ser humano vapuleado por la historia. 
Millares proviene de una familia de creadores, muy culta, en la que los input de la historia tuvieron mucho peso. En este sentido, él fue un personaje que vivió zarandeado por la historia que le tocó vivir y que no pudo, ni quiso, apartar la mira de esos acontecimientos. En este sentido sí se puede decir que es un heredero de Goya. De hecho, fue admirador suyo, tal y como reconoce en sus memorias, en la que cuenta que Los desastres de la guerra fue una de las obras que más le impresionó.   
Entiendo que se dieron de forma paralela la incursión en el movimiento abstracto y la preferencia por estos temas.
No se puede entender el uno sin el otro porque su pintura abstracta se basada en las imágenes del horror de las que se abastecía a través de publicaciones periódicas. Millares decidió levantar su voz, que en su caso era la pintura, ante esta realidad. Su obra fue mística, en el sentido de que los temas se movían entre la vida y, principalmente, la muerte. 
¿Marcó de alguna forma su obra el asentamiento en Cuenca?
Millares decidió asentarse en Cuenca, como otros muchos pintores, a partir de la llegada de Fernando Zóbel. El Museo de Arte Abstracto contaba ya con hasta seis obras suya en la inauguración, y es de destacar que fue el propio museo el  primer editor de la obra gráfica de Millares. Zóbel admiraba su trabajo, tal y como reconoció a su muerte. 
Una faceta menos conocida de Millares es la de poeta.
Sí, Millares estuvo vinculado a las primeras experiencias de poesía que hubo en canarias a través de la revista Planas de poesía. En los primeros número colaboraba principalmente como ilustrador y también con algunos poemas. Es de destacar que su familia estaba muy vinculada a la poesía. Su hermano Agustín fue uno de los grande referentes de la conocida como poesía social del siglo XX.