EEUU sueña con el quinto oro

DPA
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Los norteamericanos quieren certificar su condición de favoritos venciendo a los serbios

VISITA DEL EMBAJADOR EE.UU. JAIME COSTOS A LA SELECCIÓN DE SU PAIS - Foto: Luca Piergiovanni

El todopoderoso equipo NBA de Estados Unidos intentará lograr hoy (21,00 horas / Telecinco) su quinto título de campeón del mundo de baloncesto e igualar así a la antigua Yugoslavia, cuyo trono será defendido por su mejor heredera: Serbia. Parece, sin embargo, una lucha muy desigual.

Un triunfo europeo sería uno de los grandes golpes de la Historia de este deporte, pero parece improbable, a pesar del buen momento de los balcánicos, cuyo rendimiento ha ido de menos a más, tras una mala fase de grupos en la que solo derrotó a Egipto e Irán y perdió tres partidos. Se transformó en Madrid, donde sobresalió ante Grecia, Brasil y Francia una vez recuperados al 100 por 100 Nenad Krstic y Milos Teodosic, al que su técnico, Sasha Djordjevic, considera ya el ‘MVP’ de la competición.

Mucho más sólido es Estados Unidos, que defiende el título logrado en Turquía en 2010. Su camino a la final fue perfecto: pleno de ocho triunfos por una ventaja media de 32,5 puntos, la mayor muestra de la diferencia entre las jóvenes estrellas de la NBA y el resto. Es el mayor margen desde los Juegos de Barcelona del 92 y el Mundial de 1994 y, eso a pesar de que no parecía el mejor equipo por las renuncias de Kevin Durant, Kevin Love, Blake Griffin y la lesión de Paul George.

Una de las claves del bloque estadounidense es su técnico, Mike Krzyzewski, que, desde que asumió el cargo, ha sumado 76 victorias y una sola derrota, enlazando 64 triunfos seguidos, lo que le ha permitido sumar un oro mundial y dos olímpicos.

«No nos lo vamos a tomar a la ligera. No lo hemos hecho hasta ahora», remarcó el escolta James Harden. Además, el conjunto norteamericano ha tenido dos días para darse cuenta de que no jugará la final que deseaba ante España, lo que ha requerido un ajuste psicológico para mantener la tensión.

Si ganan la final, será el quinto título para ellos, que igualarían así en el palmarés a Yugoslavia, que antes de desaparecer, logró su último oro en 2002.

Parece que todo está en contra de Serbia, para quien la medalla de plata ya es un triunfo. Pero no se conforma. «Yo, antes de que se disputen los 40 minutos, no le concedo a nadie que se diga o que se escriba que son los mejores. Hay que jugar y ahora», afirmó Djordjevic tras el triunfo ante Francia. «Nuestra mejor arma es el equipo», remarcó el seleccionador serbio, buscando quizás la única ventaja posible ante Anthony Davis, Kyrie Irving, Harden y compañía.

«Yo preparo a mis jugadores para enfrentarse contra cualquiera. Venga quien venga tenemos que ser listos para jugar nuestro baloncesto y competir, punto por punto, dejarnos en la pista lo que tenemos dentro», reclamó el que fuera base de Madrid y Barcelona, entre otros equipos, tan carismático en la banda como lo era sobre el parqué.

Otros intangibles a favor de los europeos son el hecho de no tener presión y el famoso orgullo serbio. «Quizá se pueda pensar que no tenemos nada que perder porque nos enfrentamos a Estados Unidos, pero nosotros vamos a competir porque es a lo que vinimos aquí, y más en un partido tan especial como la final. Dimos lo mejor de nosotros en estos tres encuentros. La conclusión: es el orgullo serbio», afirmó el pívot Miroslav Raduljica, quien junto a Krstic, puede hacer daño bajo los aros a los norteamericanos.

«El desafío más importante para nosotros será aguantar físicamente. Ellos juegan muy físico, rebotean, corren la cancha. Si conseguimos pararlos en esos aspectos, podemos tener nuestras opciones», analizó el ex de los Celtic, ilusionado con el ‘milagro’.

«Tenemos una oportunidad que algunos jugadores quizá nunca más vuelvan a tener: enfrentarnos a Estados Unidos en la final de un Mundial es una increíble oportunidad de hacer algo grande en nuestras vidas», apeló el pívot.