Si están tristes porque las fiestas han acabado, no se preocupen, ya sólo faltan 364 días para el próximo San Mateo, que se celebrarán bajo la efemérides del XX aniversario de la declaración de Cuenca como Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Las fiestas de este año concluyeron ayer, como es habitual, con la gran traca final desde el balcón del Ayuntamiento pasadas las ocho y media de la tarde. No obstante, para los que aún tenían ganas de más, el programa oficial aún les reservaba la última verbena, a cargo en esta ocasión del grupo Zarabanda.

Atrás quedaron subidas y bajadas a la Plaza Mayor, sustos con la vaquilla, excesos con la bebida e infinidad de buenos ratos entre amigos. Durante cuatro días, los conquenses lo han vuelto a dar todo, demostrando que las de San Mateo son, sin lugar a dudas, las fiestas de Cuenca.