«Estos temblores de tierra deben hacer primero tambalear el proyecto antes de que tumben una infraestructura que podría suponer un holocausto nuclear durante los próximos 40.000 años en España», alertó ayer Hernando. Apuntó que solo con ver el mapa de terremotos «tiene que llevarnos a echarnos las manos a la cabeza». Y añadió que la gestión de residuos nucleares prevista para el almacén de Villar de Cañas (Cuenca) no es un tema baladí: «Estamos hablando de una cuestión seria, de un problema que realmente no podemos permitir que tres o cuatro se salgan con la suya».