El Barcelona agudizó ayer su crisis al perder por 1-0 contra el Granada, un golpe letal en la lucha por el título de la Liga y cerró su peor semana de la temporada. El equipo dirigido del ‘Tata’ Martino, que el pasado miércoles quedó eliminado de los cuartos de final de la Champions, volvió a verse sin ideas ofensivas y sufrió un revés en un momento clave.

Con un Messi sin desequilibrio, un Iniesta desconectado y un equipo incapaz de encontrar recursos ante un rival encerrado en su campo, el cuadro azulgrana desaprovechó la posibilidad de alcanzar la cima de la Liga en solitario.

El Granada, por su parte, rompió una racha de tres derrotas al hilo y se separó a seis puntos de la zona de descenso. El único gol fue anotado por Yacine Brahimi, después de ganar la posición en el área y fulminar a José Pinto con un tiro al palo más cercano.

Martino apostó a las rotaciones en el equipo titular. Tras la eliminación ante el Atlético y la proximidad del clásico ante Real Madrid, por la final de la Copa del Rey, el preparador dio descanso a Xavi Hernández y a Dani Alves. Sin embargo, el maleficio de los centrales obligó a que Sergio Busquets tuviera que improvisar como en la defensa en compañía del argentino Javier Mascherano.

Durante el primer cuarto de hora del encuentro, el Barcelona no logró desequilibrar demasiado y encima reflejó muchas imprecisiones en las coberturas defensivas, mientras que su oponente aprovechó bien los huecos.

Error de Busquets. La falta de costumbre de Busquets como central hizo que el habitual mediocampista se quedara enganchado en un fuera de juego y Brahimi sentenciara la suerte de su rival. El delantero rojiblanco ganó la posición a Montoya y se aprovechó de un paso en falso del meta Pinto para decretar el único gol del encuentro.

La reacción de la escuadra blaugrana se produjo nada más arrancar la segunda mitad, pero siempre chocó contra la doble línea de defensores y mediocampistas en el área de los locales.

Messi, que estuvo en el ojo de la tormenta durante la semana por su pobre actuación ante el Atlético, permaneció desconectado con el resto del equipo y no pudo resarcirse en el campo.

Neymar fue lo más desequilibrante de un Barcelona sin ideas claras ofensivas. Sin embargo, el brasileño estuvo desafortunado en la definición y falló varias ocasiones para igualar el choque.

Ya en los últimos minutos, Iniesta lanzó un tiro apenas desviado junto a un palo y luego el ataque del Barcelona se redujo a centros desesperados y problemas a la hora de intentar abrir huecos. La derrota no hizo más que alimentar la crisis de un equipo que está mostrando su peor versión en el momento más crucial de la temporada.