Fervor mirando al cielo

R.L.C.
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La lluvia condicionó la procesión de la Hermandad del Cristo del Amor y la Virgen de la Paz. El desfile se acortó pero el paso de La Sentencia sí hizo el saluda en la residencia

«Y llegó el gran día... Y las Puertas del Cielo se abrieron para recibir  a los sagrados titulares» de la Hermandad del Cristo del Amor y María Santísima de la Paz. Así rezaba ayer el blog del colectivo, creado hace siete años y formado por alrededor de 300 fieles actualmente.

La lluvia condicionó la quinta edición de su procesión, por primera vez salió desde la nueva iglesia de San Víctor y Santa Corona, donde desde que se inaugurara en noviembre del año pasado se veneran siempre el Cristo del Amor, que ayer estrenó túnica morada de terciopelo y cordón y cíngulo en hilo de oro, y la Virgen de la Paz.

Ante una jornada de lluvia leve pero continuada, tras la última misa del solemne triduo, novedad esta edición, se decidió esperar una hora más. Bajo la lluvia, sí se inauguró por parte de la alcaldesa, María Jesús Bonilla, y el párroco de San Víctor y Santa Corona, Miguel Ángel Caballero, la plaza del Cristo del Amor y la Virgen de la Paz, delante del nuevo templo parroquial.

El tiempo dio tregua y hacia las siete y media salió el desfile procesional para realizar un recorrido más corto del previsto debido a las inclemencias del tiempo. Por primera vez el sonido de las campanas de la iglesia acompañó la salida. Especialmente emotivo resultó el estreno al salir el paso de La Sentencia de Cristo de la marcha procesional, compuesta por Juan Carlos Martín-Consuegra, dedicada por la banda de cornetas y tambores Los Coloraos de Daimiel, que por cuarto año acompañaron al Cristo del Amor. Las partituras originales fueron entregadas antes de la procesión al presidente de la hermandad, Manuel Moreno, que también dio un regalo a la banda.

 Llamó la atención la imagen en miniatura de la Virgen de Riánsares, patrona de Tarancón, en el tallado de la parte frontal que estrenó ayer el paso del Cristo del Amor. La Virgen de la Paz, que estrenó estandarte, lució candelería nueva y estuvo acompañada por segundo año consecutivo, por la agrupación musical Villa de Ocaña. Ambos pasos escoltados al igual que en 2014 por la Guardia Civil, hermanada con el Cristo del Amor,  fueron portados por más de 70 costaleros.

Pero la lluvia también impidió realizar el recorrido corto. El paso de La Sentencia de Cristo sí pudo realizar el saluda ante la residencia de mayores San Ramón y la Milagrosa, pero la Virgen de la Paz  no. Pronto fueron cubiertas las imágenes y la procesión regresaba alrededor de hora y media después de salir de nuevo a la nueva iglesia.

 

Al cielo

Tras todo un intenso año de preparativos y espera, esta hermandad penitencial pudo parcialmente procesionar,  llevando «todos al cielo taranconero, cada uno a su forma, al Cristo del Amor y a María Santísima de la Paz».