Doménikos como reclamo

Manuel Pérez
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EL Museo Diocesano inaugura la exposición 'El Greco en el laberinto. Escenas de la Pasión', organizada por el Obispado de Cuenca y la Universidad de Castilla-La Mancha con motivo del cuarto centenario de la muerte del pintor

Doménikos como reclamo - Foto: Reyes Martínez

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La historia es caprichosa hasta tal punto que, un hecho que podría convertirse en una oportunidad, termina pasando sin pena ni gloria. Así sucedió con la relación entre Cuenca y El Greco, un pintor que podría haber trabajado en la capital, al igual que lo hizo en Toledo, si uno de sus máximos valedores, el toledano don Luis de Castilla, hubiera hecho encargos para la Diócesis durante el tiempo que fue arcediano de Cuenca.
Los hechos acaecidos fueron otros, y la vinculación pictórica del de Creta con la provincia se limitó a los óleos Cristo con la cruz a cuestas, proveniente de Huete; y La oración en el huerto, de Las Pedroñeras.
Estas dos obras, pertenecientes al Obispado de Cuenca, se volvieron a poner en valor ayer dentro del Museo Diocesano en la exposición El Greco en el laberinto. Escenas de la Pasión, que permanecerá abierta al público hasta el 12 de abril de 2015.
El profesor de la UCLM, Pedro Miguel Ibáñez, comisario de la muestra junto con el director del Museo, Vicente Malabia, lamentó durante la presentación que, a falta de una vinculación positiva entre el cretense y Cuenca, se haya tenido que recurrir como discurso expositivo a un hecho negativo. Y es que la muestra enfrenta la obra del Greco con la del pintor y tasador Martín Gómez El Joven. Éste pintor, perteneciente a una de las dinastías artística conquense más fértil, tasó en 1607 en Illescas el retablo que había pintado El Greco para el hospital de la Caridad. Según explicó Ibáñez, en el contexto de un largo pleito entre el hospital y el maestro por el justiprecio del altar, el pintor conquense fue designado como tasador, siendo su valoración desfavorable para el de Creta. 
 
La muestra. La exposición organizada por el Obispado y la UCLM con motivo del cuarto centenario del fallecimiento del Greco contrasta la obra de éste con la de Martín Gómez El Joven en un mismo ámbito expositivo, lo que permite al visitante conocer, además de las joyas de la muestra, cuáles eran los fundamentos estéticos del conquense y las razones por las que se nombró tasador. 
La exposición se organiza en tres secciones. En la primera se pueden ver los dos grecos pertenecientes al Obispado, Cristo con la cruz a cuestas y La oración en el huerto. En la segunda sección se exponen algunas obras atribuidas a Martín Gómez El Joven, y otras pertenecientes a su abuelo, Martín Gómez El Viejo; su padre, Gonzalo Gómez; y su hermano, Juan Gómez. Entre ellas destacan las cinco tablas del retablo de Santa Lucía,  de Alarcón; la Imposición de la casulla a San Ildefonso, de Palomares del Campo; Jesús con la cruz a cuestas, de Albalate de las Nogueras, Presentación del niño en el templo, del Museo Diocesano; Martirio de San Juan Evangelista, del Palacio Episcopal; y La Natividad, del Museo Diocesano.
Al hilo de la temática de los dos cuadros del Greco expuestos, la tercera sección la componen una serie de pinturas del patrimonio diocesano de Cuenca dedicadas a la Pasión de Cristo. Así, se pueden ver La oración en el huerto, del depósito diocesano; Calvario, atribuido a Gerar David; Camino del Calvario, del convento de las Concepcionistas Franciscanas de Cuenca; Calvario, del monasterio de Uclés; y Cristo con la cruz, del Museo Diocesano.
Ibáñez explicó que las obras pertenecientes al Museo que se integran en la muestra permanecen en sus ubicaciones habituales; mientras que las traídas del exterior se reparten en las tres salas del Cuarto de San Julián.
A la inauguración asistieron, entre otros, el obispo de Cuenca, José María Yanguas;y el rector de la UCLM, Miguel Ángel Collado.