El planeta está plagado de rincones increíbles. Lugares que, por su belleza y singularidad, destacan por encima de los demás. Así, bajo esa premisa, el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco actualiza cada año una lista que aglutina estos enclaves, para incluir algunos nuevos bajo el amparo que les confiere un reconocimiento que no busca más que ensalzarlos y preservarlos para el futuro. La última edición de este ranking se hizo pública a primeros de julio, tras una reunión que mantuvo este organismo en Baréin, e incorporó 19 sitios protegidos, todos ellos especiales.
Los nuevos tesoros avalados por la Unesco conjugan en algunos casos el valor natural y cultural, categoría en la que está incluido el valle mexicano de Tehuacan-Cuicatlán, que alberga los bosques de cactus tubulares más densos de la Tierra, y que forman un paisaje único al que se suman agaves, yucas o robles. La evidencia arqueológica revela además un proceso de evolución técnica que refleja la domesticación temprana de las plantas. Así, el valle tiene un sistema excepcional de gestión del agua que consiste en canales, pozos, acueductos y presas que son los más antiguos del continente y que han permitido el asentamiento de comunidades que viven de la agricultura.
También figura es ese apartado el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete en Colombia, que cuenta con unas impresionantes formaciones rocosas donde se han localizado unas 75.000 imágenes rupestres grabadas en refugios y es hogar de pueblos y especies animales autóctonas, como el jaguar, el puma y el tapir de Brasil.
La lista continúa su repaso por los tesoros protegidos del mundo incluyendo tres lugares en la categoría natural. El primero de ellos se ubica en Sudáfrica y son los Montes de Barberton Makhonjwa, que abarcan el 40 por ciento del cinturón de rocas verdes Barberton. Esta es una de las estructuras geológicas más antiguas del planeta y se compone de materiales volcánicos y sedimentarios que se remontan a hace tres y millones y medio de años, cuando los primeros continentes comenzaron a formarse.
El segundo se localiza en Francia, la cadena volcánica de los Puys y la falla de Limagne, un elemento emblemático de la grieta de Europa occidental creada a raíz de la formación de los Alpes hace 35 millones de años; y el tercero en China, la cadena montañosa de Wuling, caracterizada por un rango altitudinal que va de 2.570 a los 500 metros sobre el nivel del mar, lo que favorece la existencia de tipos muy diversos de vegetación y relieve.
Además, hay que añadir un sitio natural reconocido por la Unesco desde 2001, dado que superficie inscrita ha sido ampliada hasta superar un millón de hectáreas: es el valle del río Bikin, en Rusia, que comprende bosques de coníferas y caducifolios en los que habitan mamíferos como tigres del Amur, ciervos almizcleros enanos, glotones y martas cibelinas.